Capítulo 49: Señorita Ilusiones

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Sólo hizo falta un par de frases para que dos burbujas de felicidad se pincharan en ese momento. La más pequeña —pero no por ello menos importante—, fue la de Uraraka.

Según la vio, sintió que perdía toda la sangre del cuerpo. Esa chica había sido la causante del revuelo de celos que había sentido durante el examen de licencias. No sólo se había paseado delante de Deku desnuda, sino que después había dado a entender que quería verse con él. Ese sentimiento de celos que la había carcomido durante el examen y que tanto odiaba volvió con fuerza ante la inesperada presencia de la chica.

—No es una villana —le susurró Deku posando su mano sobre la de ella. En ese momento, Ochaco se dio cuenta de lo fuerte que le estaba agarrando el brazo y tuvo que hacer gala de toda su fortaleza para suavizarlo—. Ella no es la chica que estuvo en el examen.

No, no lo era... y lo sabía. Pero eso no dejaba de hacerla sentir de esa manera. En silencio, agradeció que Deku interpretara su indisposición por confundirla con Toga y asintió en conformidad. Inspiró profundo para intentar rebajar sus pulsaciones ante el pensamiento de que cualquier día podría llegar una chica guapa y encandilarle. Era, en esencia, lo que no la dejaba dormir por las noches y que la espoleó a tener aquella conversación nocturna con Jiro.

Pero tal y como llegó allí a la conclusión, no podía esconderse de sus sentimientos. Así que inspiró de nuevo y asintió con convicción, sólo que esta vez le miró y sonrió. Deku se puso tan rojo cuando lo hizo que, sin darse cuenta, sonrió mucho más. Porque recordó que quizás en un futuro podría llegar otra que se lo quitase, pero en esos momentos era ella la que estaba en la cima.

—Tienes razón —dijo, poniendo ella a su vez su otra mano sobre la de él—. No lo es.

Todo estaba bien, pensó reconfortada. Estaba en aquel baile con la persona que quería; nadie iba a meterse en medio...

A diferencia de la otra pareja que iba con ellos. Porque el pinchazo de la burbuja de felicidad de Yaoyorozu fue más explosivo que el de Uraraka.

Se había quedado de piedra cuando había visto a la chica de Shiketsu en el baile de su instituto llamando a Todoroki. Pero se había quedado helada cuando éste se dirigió a ella por su nombre.

Hasta donde ella sabía, no se conocieron hasta el examen. Lo deducía porque ni siquiera se saludaron. Pero ambos iban a las clases extras de la licencia y si ya tenía esas confianzas con ella...

Eso significaba que tenía que ser «ella». La otra que se interponía en su camino.

—No esperarías que después de decirme que tendríais un baile, no me las ingeniara para venir —contestó la chica con una sonrisa tras detenerse delante de él. Aunque acto seguido se puso teatral—. En nuestro instituto ni siquiera se permiten las parejas y aquí hacéis un baile de ellas. ¡Es tan injusto!

—¿Y cómo te han dejado entrar? La gente de fuera sólo puede venir con invitación.

—Y la tengo... lo que me lleva a preguntar dónde se ha metido.

—¡Qué bonito está todo! —se la escuchó gritar a Hagakure cuando el resto de sus compañeros los alcanzaron en la entrada.

—¡Ey, chicos! ¿Nos estabais esperando? —los saludó Kirishima.

—No exactamente —contestó Shoto.

Ashido miró a la nueva incorporación con interés.

—¿Tú no estuviste en el examen? —le preguntó de pronto.

—Eso parece... —respondió divertida.

Shoto nunca se había planteado cómo encaraba ella el hecho de que la suplantaran. Por lo que le habían contado sus compañeros en las clases extras, ella ni siquiera fue consciente de que la hubieran asaltado. Simplemente se había despertado después de varios días inconsciente y, en consideración por el altercado y no haberse podido presentar, estaba en las clases extras con los demás.

El resultado del examenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora