CAPITULO 45 "¿Eres tú?

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¡HOLAAA A TODOS! ESTE ES UN CAPITULO LARGO EN COMPARACIÓN CON LOS QUE RECIENTEMENTE HE ESTADO SUBIENDO (CASI EL TRIPLE) EPERO QUE LES GUSTE, EMPIEZA LO EMOCIONANTEEEEE. DISFRUTENLO Y QUE TENGAN UNA EXCELENTE NOCHE. :)

PD. ACABO DE TERMINARLO, NO LO REVISÉ. SI TIENE ERRORES LOS CORREGIRÉ DESPUES, AHORA TENGO SUEÑO XD

CAPITULO 45

VANESSA

Miré con nerviosismo mi maleta y dudé por quinta vez en los últimos cinco minutos. ¿Estaba haciendo lo correcto? Una hora atrás había hablado por teléfono con Ana para avisarle que estaría en su casa en un par de horas, pero ahora ya no estaba tan segura de haber decidido correctamente.

Me levanté de la cama, donde había estado sentada por un largo rato y di vueltas por mi habitación meditando lo que estaba a punto de hacer. Había pasado una semana desde mi conversación con Ana sobre Santiago  y su nueva vecina, y todos los días me había convencido más y más de que debía ir. ¿Masoquista? Completamente.

–¿Estás lista? –Dijo Israel desde la puerta sacándome de mis pensamientos.

–Claro, vamos –Sonreí, él hizo lo mismo y luego cerró la puerta.

Le di un último vistazo a mi maleta y suspiré. Tomé mi teléfono y lo metí en mi bolso. Salí de mi habitación jalando mi maleta y me encontré a Israel en el pasillo. Con su ayuda pude bajar mi pesada maleta por las escaleras.

Abajo mis padres ya me estaban esperando, ellos se habían negado a que fuera pero después habían aceptado.

–Te extrañaremos –Exclamó mi padre mientras me abrazaba fuertemente.

Cuando me soltó le dediqué una sonrisa y le di un beso en la mejilla. Mi madre también me abrazó y se despidió de mí. En mi opinión, ellos estaban siendo un poco exagerados, no me iba a ir por tres años, serían solo algunos días.

Cuando mis padres me liberaron de sus cariñosos brazos, fue el turno de despedirme de la persona que más apoyo me había dado los últimos meses. 

Israel me abrazó durante más tiempo y justo cuando me iba soltando, me susurró un par de palabras al oído.

–Yo también. –Respondí en voz baja dándole un beso en la mejilla.

Israel no irá conmigo porque pasaría las vacaciones con sus padres, a quienes no veía desde que se había mudado a mi casa. Lo extrañaría demasiado pero entendía que debía ir con su familia.

Cuando las despedidas exageradas terminaron, Israel llevó mi maleta y la subió a mi auto, me esperaba un largo viaje.

Por el espejo retrovisor vi a mis padres y a mi mejor amigo de pie en la calle viendo como  mi auto se volvía pequeño mientras me alejaba, sentí un poco de nostalgia pero enseguida la borré, solo pasaría algunos días con Ana.

Las tres horas de viaje fueron aburridas, me sentía sola y desesperada por llegar cada minuto que transcurría. Cuando di vuelta en la esquina de mi calle sentí que mi corazón se aceleró. Inmediatamente vi la casa de Ana. Sentía una emoción tremenda, tenía ganas de regresar el tiempo y volver al momento en que aquella tarde, salí al cine con Ana. El día en que un idiota me jugó una broma haciéndose pasar por mi novio.

Detuve el auto frente a la casa de Ana y un plan malvado se formuló en mi ingeniosa mente.

Tome mi teléfono del asiento del copiloto y busque a Ana entre mis contactos, oprimí el icono verde para iniciar la llamada y sonreí.

–¿Vane? ¿Ya viene? –Dijo una muy emocionada Ana.

–No… no podré ir –Murmuré fingiendo tristeza.

Siempre estás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora