Siempre estás tú

CAPITULO 3 *

CAPITULO 3

Santiago

Eran la una de la madrugada cuando llegue a mi casa. Mis padres ya estaban durmiendo así que subí lenta y sigilosamente a mi habitación. Seguramente por la mañana recibiría un regaño por llegar tarde sin avisar.

Luego de un baño caliente, me acosté en mi cama y me coloqué los audífonos, elegí una canción al azar en mi lista de reproducción y cerré los ojos para relajarme mientras escuchaba you found me de The Fray.

Cuando la canción iba por la mitad, llegó un mensaje que me obligo a abrir los ojos y moverme.

De: Carolina 1:34 am.

"Sigo pensando en lo que sucedió, y fue un error, sé que es difícil creerme, pero solo dame una oportunidad para explicarte."

Carolina era mi ex novia, habíamos terminado un mes atrás porque me engañó, desde entonces ella me enviaba mensajes todas las noches pidiéndome que la dejara explicarme. Como todos sus mensajes, lo deje sin respuesta.

Desperté por la mañana, con los audífonos aun puestos pero la música se había detenido, no recordaba a qué hora me había dormido, pero ahora tenía un horrible dolor de cabeza.

Ese día tenía que quedarme a comer con mis padres. Se suponía que tendrían una visita importante relacionada con el empleo de mi padre. A mí nunca me gustaron sus comidas de trabajo, pero estaba amenazado, si no me quedaba tendría que estar sin mi moto por un mes y eso era peor que quedarme sin comer.

Mi vida había cambiado mucho últimamente, mis padres habían estado pensando en mudarnos más cerca del trabajo de mi padre, y sinceramente no era una mala idea, la casa sería más grande y el lugar me gustaba más, la única desventaja es que quedaría más lejos la escuela.

Luego de darme un baño, baje a ver a mi madre, unos días atrás le había prometido que la ayudaría a preparar la comida a cambio de que me dejara ir a un pequeño viaje con mis amigos.

-Buenas tardes -Dijo mi madrecon reproche -creí que nunca te despertarías.

-Solo es medio día, sabes que yo podría dormir hasta mucho más tarde. -Respondí rodando los ojos.

-No lo dudo, ahora deja de hablar y ayúdame.

-¿Por qué es tan importante esta reunión? No le veo mucho sentido.

La verdad me molestaba mucho tener que sentarme a escuchar la conversación de los adultos.

-Tu padre está por cerrar un trato con el Sr. Cervantes, es importante créeme. -Respondió tranquilamente mi madre.

-Pero será aburrido, no entiendo porque debo estar presente. -Insistí. Tal vez podía hacer que cambiara de opinión mi madre y me dejara libre.

-Bueno, es que no solo vendrán él y su esposa, también vendrá su hija. Tu padre le comentó que eras de su edad, así que tal vez no te aburras mucho. -Me guiño el ojo.

Cuando estuvo todo listo, sólo quedaba esperar. Estaba deseando que no fueran impuntuales, tenía la esperanza de estar libre un par de horas después.

Unos quince minutos más tarde el timbre de la casa sonó y mi madre fue a recibir a sus invitados. Yo me quede sentado en la sala viendo la televisión como protesta hasta que mi madre me llamó para presentarme.

-Sebastián, éste es mi hijo Santiago. -Dijo mi padre poniéndome una mano en el hombro.

-Me da gusto conocerte Santiago, tu padre me ha hablado de ti. Ella es mi hija Vanessa. -Se giró buscando a su hija, la cual apenas venía atravesando la entrada.