CAPITULO 33 "CELOS DE AMIGOS"

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LEER EL AVISO AL FINAL. 

ANTERIORMENTE...

Alex resopló porque no tenía otra opción, ya que el único jugador con el que se podía cumplir el reto era Israel.

-Israel. -Respondí finalmente, aunque era obvio.

Ella sonrió de lado en dirección de Israel. Se acercó a él y poco a poco fue llevando sus labios hasta la mejilla de Israel. Cuando estaba a punto de besarlo, cambió de dirección y lo sorprendió besándolo en los labios. Tania movió sus labios un poco contra los de Israel, quien seguía en shock.

CAPITULO 33

Quería dirigir mi mirada hacia cualquier otro lado, sentía algo extraño en mi estómago solo con verlos. Sin poder evitarlo, me quedé observándolos. Tania sonrió contra la boca de mi amigo y él hizo un movimiento con los labios correspondiendo su beso. Aunque fue un beso corto e inocente, sentí como si hubieran estado besándose durante una eternidad.

-¡A eso me refería! –Ana aplaudió y Alex la miró mal rodando los ojos.

-Ya, suficiente. Aléjense antes de que yo mismo los separe. –Dijo Alex causando la risa de todos en la habitación, de todos excepto la mía.

Israel volteó a verme pero evite su mirada, me sentía extraña por el beso que acababa de compartir con Tania. Lo peor es que ni siquiera podía descifrar lo que sentí, de lo que estaba completamente segura, es que no era nada bonito.

El juego transcurrió con normalidad, por suerte no tuve que volver a cumplir uno de esos desagradables y embarazosos retos.

Ana tuvo que hacer un baile demasiado ridículo, Alex contestó algunas preguntas indiscretas, Tania tiró la torre la mayoría de veces y ahora estábamos escuchando a Israel, quien leía la pregunta en letras blancas grabada en el bloque rojo.

-¿Te gusta alguno de los jugadores? –Leyó en voz alta con una sonrisa en sus labios.

-¿Y? ¿No piensas responder? –Dijo Ana después de que Israel se quedara en silencio demasiado tiempo.

-Sí, me gusta alguien de aquí.

-¡Lo sabía! ¿Soy irresistible no? –Alex le guiño el ojo bromeando y no pude evitar reír aunque sentía un poco de decepción por la respuesta de Israel. Ana y Tania intercambiaron miradas cómplices, sabía lo que pensaba.

Sacamos un par de bloques más antes de que la torre se derrumbara en manos de Ana. Tania le sonreía a Israel en cada oportunidad que tenía y la sensación desagradable volvía a mi cuerpo.

No eran celos, al menos no de una forma romántica. Él era mi amigo, y no quería compartirlo con nadie. Definitivamente era eso.

Cuando todos estábamos bajando por la escalera, la puerta se abrió y mis padres entraron platicando alegremente. Corrí hacia ellos y casi tumbé a mi padre cuando salté sobre él. Me rodeó fuertemente con sus brazos y mis pies dejaron de tocar el suelo unos segundos.

-¿Y para mi nada? –Dijo mi mamá fingiendo enojo. Inmediatamente la abracé y ella me dio un beso en la mejilla. Siempre los recibía así. Era comprensible ya que pasaba días sin poder estar con ellos.

Cuando me giré, todos nos miraban atentamente y en silencio. Recordé que mis padres no conocían a Tania y Alex.

-Mamá, papá, ellos son Alex y Tania, nuestros nuevos vecinos. –Dije señalándolos con la cabeza.

-Hola chicos, mucho gusto. –Mi mama los abrazó a uno por uno y luego regreso al lado de mi padre.

Ellos saludaron a mis padres amablemente y luego se despidieron de nosotros. No pude evitar rodar los ojos cuando Tania le dio un beso de despedida a Israel demasiado cerca de los labios. Como dije antes, celos de amigos.

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