CAPITULO 51

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Hola a todos, les dejo el capitulo 51, espero que les guste mucho. Por favor comenten lo que opinan, he perdido lectores y eso me pone triste :(

No olviden votar.

Quería decirles, a los que leen mi otra historia M. el chico misterioso, que no he escrito porque quiero terminar primero esta. Faltan sólo unos cuantos capítulos. Después me dedicaré de lleno a la otra :)

CAPITULO 51

SANTIAGO

Mis labios acariciaron lentamente los de Vanessa. Al principio dudé, me cuestioné si lo que estaba haciendo estaba bien. Pero ¿Cómo algo que se sentía tan bien podría ser malo? Traté de borrar esos pensamientos y me concentré en lo que estaba pasando.

Me sentía feliz porque la había extrañado horriblemente, deseaba poder quedarme así, cerca de ella para siempre. Lo que empezó como un roce de labios, se convirtió poco a poco en un beso lleno de pasión. Tomé a Vanessa de la cintura y la acerqué más a mí. Mis manos se quedaron ahí, temiendo que ella se alejara.

Las caricias de Vanessa me demostraban que me había extrañado tanto como yo a ella. Nos separamos unos minutos después con la respiración agitada y el corazón latiendo a mil por hora. Nos miramos y sonreímos ligeramente. El guardia de seguridad que se había aclarado la garganta cerca de nosotros, nos miró levantando una ceja.

-Lo siento, no pueden estar en esta parte del centro comercial. -Dijo con voz sería, aunque podía distinguir un poco de diversión.

Seguramente, lo que quiso decir, es que no podíamos estar besándonos en la oscuridad, lejos del cine.

-Lo sentimos, de hecho ya nos íbamos -Dije tomando a Vanessa de la mano y caminando de regreso al cine.

El guardia asintió como respuesta y se alejó por el pasillo.

Cuando estuvimos cerca de la dulcería, Vanessa soltó mi mano y miró hacia otro lado.

-¿Pasa algo? ­-Pregunté temiendo que se hubiese arrepentido.

-Tengo que regresar con Ana, debe estar preguntándose donde estoy.

-Tienes razón.

-También deberías regresar con Lía, debe estar preocupada por su cita. -Pude distinguir el tono de reclamo en su voz y no pude evitar reírme.

-Lía no es mi cita, solo venimos como amigos. Pero tienes razón, debo regresar.

Vanessa me dedicó una mirada extraña y luego se alejó por el pasillo hacia las salas. Luego de unos segundos yo hice lo mismo, yo había tenido la idea de venir al cine y estaba abandonando a Lía.

Cuando regresé a casa, me tumbé en la cama y saque mi teléfono del bolsillo de mis jeans. Busqué el teléfono de Vanessa y me pregunté si debía llamarle. ¿Era demasiado rápido? ¿Estaría ocupada? Tal vez solo debía enviar un mensaje.

Escribí varias veces el mensaje pero nada me convencía, terminaba borrando todo y escribiéndolo de nuevo. Después del quinto intentó me rendí. Tal vez debería visitarla para hablar. Deseaba poder arreglar las cosas.

El día siguiente me la pase trabajando en el plan que se me había ocurrido en las horas de insomnio, quería que todo saliera a la perfección. Había hablado con Ana y ella había accedido a ayudarme. Por la noche, después de bañarme y vestirme lo mejor que pude, verifiqué la hora. Tomé mi teléfono y mis llaves y salí de mi casa con diez minutos de anticipación.

Siempre estás túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora