SANTIAGOEl insistente sonido de los golpes desesperados a mi puerta me despertó. Me giré para quedar acostado sobre mi espalda y ver quien era la persona que interrumpía mi descanso. La puerta se abrió bruscamente y Vanessa entro furiosa. Tenía que hablar seriamente con mi mamá sobre no dejar pasar a todo mundo a mi habitación por la mañana.
-Oye, ¿no te enseñaron modales? –Dije con un ojo cerrado a causa de la iluminación.
-¿Y a ti no te enseñaron que no debes tomar las cosas de los demás sin permiso? –Respondió ella mientras me quitaba las sabanas.
-Yo no le he quitado nada a nadie, ¡déjame dormir!
-Lo haré cuando me devuelvas mi teléfono. –Se cruzó de brazos.
-No, no lo haré
-Claro que lo harás.
-Lo hare con una condición. –De repente se me había ocurrido algo brillante.
-Nada de condiciones, si no me lo das en este momento revisaré toda tu habitación hasta encontrarlo.
-Nunca lo encontraras porque no está aquí. –Sonreí.
-Bien, si así quieres que sea…
Vanessa empezó a abrir todos los cajones de mi ropa y a revolver el contenido, hizo una mueca de desagrado cuando tuvo que buscar entre mis bóxer y solté una carcajada. Yo había sido sincero con ella, no lo encontraría porque no estaba aquí.
Flashback
-¡Mamá ya vine!
Deje mis llaves al lado de la puerta y subí las escaleras corriendo hacia mi habitación. Me quite los zapatos y me acosté en la cama, mi celular vibró debajo de mi cuerpo y lo saqué de mis jeans. Un mensaje nuevo.
De: Carolina.
10:34 pm“Me la pasé muy bien, espero que haya más días como este”
Cerré el mensaje sin responder y dejé el teléfono sobre el buró al lado de mi cama. Recordé que había guardado ahí el teléfono de Vanessa y lo saqué del primer cajón. Tenía ocho llamadas perdidas, quise ver de quien eran pero el teléfono tenía contraseña. Chica lista.
Intenté algunas veces probando palabras simples y obvias como “Vanessa” “Vane” “VANESSA” “VANE” pero ninguna era la correcta. Luego de 10 intentos fallidos apareció en la pantalla un aviso de que debía esperar 2 minutos para volver a intentarlo. Esperé el tiempo que había indicado y volví a probar. “CONTRASEÑA” Escribí derrotado después de otros 9 intentos, el teléfono hizo un sonido y me dio acceso al menú. ¿En serio? ¿Su contraseña era “contraseña”? muy ingenioso.
Las llamadas pérdidas eran de Israel, rodé los ojos y me quedé un rato observando la imagen que Vane tenía como fondo. En ella aparecían Ana, ella y yo, Ana sonreía y Vane sacaba la lengua mientras yo las abrazaba.
Volví a guardar el teléfono, y lo luego lo pensé mejor, necesitaría un mejor escondite para ocultarlo de ella cuando viniera a reclamarme. Caminé hacia la habitación de mis padres y lo oculte ahí.
Fin del flashback
-Dámelo ahora mismo. –Dijo mirándome furiosa.
-¿Y qué ganaré yo? –Alcé una ceja esperando su respuesta.
-Evitarás que te golpee.
-No te tengo miedo, dime que ganaré si te lo doy.
Vanessa rodo los ojos y se sentó en mi cama.
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Siempre estás tú
Roman d'amourVanessa es una chica de 17 años, lleva una vida solitaria y algunas veces incluso aburrida. Pero cuando conoce a Santiago e Israel, su vida da un inesperado giro. Y cuando menos se lo espera, está en medio de un divertido y complicado triangulo amo...