Siempre estás tú

CAPITULO 15 "Pregunta, pregunta"

CAPITULO 15

ISRAEL

El fastidioso sonido de mi alarma me despertó, vi la pantalla de mi teléfono y eran las 9:00 am. Me levanté de la cama sin ganas, era un día frio como la mayoría de los días aquí y apenas estaba acostumbrándome.

Repetí la misma rutina de todas las mañanas y bajé. La casa estaba en completo silencio, así que pensé que Vanessa seguía durmiendo. Mi estómago gruñía reclamando alimento, fui a la cocina y supuse que sería buena hacerle el desayuno.

Media hora después, en la barra de la cocina estaban dos platos con el desayuno listo, dos vasos de jugo de naranja y un par de galletas para cada uno.

Subí los escalones de dos en dos y me dirigí a la puerta de la habitación de Vanessa, toqué un par de veces y esperé. No hubo respuesta, abrí lentamente la puerta y me asomé al interior. La cama estaba vacía. La llamé por su nombre, tal vez estaba bañándose, nada.

Regresé a la cocina un poco desanimado y pensando en los posibles lugares a donde ella podría haber ido.

Desayuné solo y observando el plato sin dueño que estaba frente a mí. La esperé un rato más, tal vez había ido a la casa de Ana.

Dos horas después la cocina estaba limpia, y Vanessa seguía sin aparecer. Me sorprendió que no me dejara una nota. Vi el reloj colgado en la pared de la sala. 12:33 pm. Saque mi teléfono del bolsillo trasero de mis jeans y escribí un breve mensaje.

Para: Vane

12:34 pm.

"¿Ya tengo que llamar a la policía para reportar tu desaparición?"

Estaba completamente aburrido, no podía salir porque no conocía la ciudad y mi única compañía estaba desaparecida.

Para: Ana

12:40 pm.

"Hola Ana, ¿Vane está contigo?

Un minuto después la respuesta llegó. Vanessa no estaba con Ana.

Esperé una hora más y decidí que era momento de ir a buscarla en el otro lugar donde ella podría estar. Me detuve frente a la puerta de la casa de Santiago y suspiré. Dude un momento pero aun así toqué el timbre. Al cuarto intento me rendí y regresé a la casa. Se me habían acabado las ideas.

Encendí la tv e hice zapping buscando algo interesante para matar mi aburrimiento.

Dieron las cuatro de la tarde en punto. Revisé mi teléfono otra vez y no tenía ningún mensaje.

Para: Vane

4:00 pm.

"¿Te secuestraron los extraterrestres? Estoy preocupado, llámame."

Estaba viendo una película sobre extraterrestres, donde se llevaban a las personas para estudiarlas, de ahí la pregunta del mensaje.

Media hora después estaba en la cocina viendo que podía comer. Cerré la puerta del refrigerador porque nada me había convencido, eso y que no había nada preparado. Vi una tarjeta de una pizzería adherida con un imán. Decidido, pediría pizza.

Cuando vi el reloj de nuevo, ya eran las 7:35 pm, ahora si estaba preocupado. Tomé mi teléfono y le envié otro mensaje.

Para: Vane.

7:36 pm

"Vane, ahora si estoy preocupado, no te he visto desde ayer por la noche, llámame y dime que estás bien."

Me entró pánico y empecé a llamarle como loco. Su teléfono no estaba apagado pero nadie respondía. Le dejé algunos mensajes en el buzón de voz y espere un rato más. Cada cinco minutos veía la puerta esperando que llegara.