𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟽

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El entrenamiento era igual de duro todos los días, Kenny les hacía realizar diferentes actividades para fortalecer su destreza y resistencia, Levi demostraba las habilidades que tenía y se superaba día a día, mientras que Mara se quedaba atrás, si...

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El entrenamiento era igual de duro todos los días, Kenny les hacía realizar diferentes actividades para fortalecer su destreza y resistencia, Levi demostraba las habilidades que tenía y se superaba día a día, mientras que Mara se quedaba atrás, sin poder seguir el ritmo.

Kenny: -¡Vamos, mocosa! ¡Sigue corriendo!- Gritó mirando como bajaba la velocidad.

Mara: -¡Sí!- Volvió a tener la velocidad que Kenny pedía, jadeando. Levi la observaba preocupado.
Luego de unos minutos, empezó a trotar otra vez, era señal de seguir adelante. -Bueno ya, vengan.- Dijo Kenny llamando su atención. -Quiero que hagan lagartijas y sentadillas, hasta que sus debiluchos cuerpos ya no den más, ¿Entendieron, bolas de mierda?-

-¡Sí!-

Los dos niños empezaron con lo pedido, Levi lo hacía con una velocidad descomunal, no se lo veía para nada cansado, mientras que Mara lo intentaba con todas sus fuerzas pero aún así no tenía la misma resistencia que su amigo. Kenny la observó, se paró en frente de ella y se puso en cuclillas para poder observar su cara.

Kenny: -¿Qué te pasa? ¿Ya estás cansada? Tienes cara de estreñimiento.- Ella no se inmutó y siguió haciendo su trabajo. -Si te cansas tanto tan rápido vas a ser carnada de cualquier mierda que camine más rápido de lo que piensas.- Por más que quisiera, su cuerpo no era como el de Levi, pronto no podría dar más, lo sentía. -Estás pálida.- Dijo con un deje de preocupación que trataba de esconder, mientras Levi dejó de hacer sus ejercicios para acercarse a ella -Si eres inútil acéptalo y para, mocosa.- No podía parar, debía ser fuerte, sino no podría sobrevivir, debía hacerlo.

Era verdad, estaba pálida, sudaba mucho y el esfuerzo que estaba haciendo se notaba en su cara, su estómago empezó a revolverse hasta que lo poco que había ingerido salió de su cuerpo en forma de vómito. Levi tomaba su cabello y acariciaba su espalda para intentar calmar su molestia, mientras Kenny se paraba y les daba la espalda.

Levi:- ¿Estás bien?-

No pudo responder, intentó pararse pero todo empezó a dar vueltas hasta que todo se volvió negro. Si no hubiese sido porque Levi la tomó en sus brazos, se habría dado un gran golpe. Sin decir nada la llevó a casa y la acostó en la cama que compartían. Luego, agarró un paño y lo mojó con agua fría para ponerlo en su frente, ya que tenía fiebre, era algo que pasaba seguido y había visto a su madre hacer esto tantas veces que ya sabía cómo reaccionar sin asustarse. Para cuando terminó y salió de la habitación para dejarla dormir, Kenny había llegado.

Kenny: -Creo que tu y yo debemos hablar.- Levi tan sólo lo miró sin expresión. -No creo que pueda seguir exigiéndose de esa forma.-

Levi: -Tal vez no lo haría si no estuvieses gritándole mierda de que es inútil o que es débil o las estupideces que le dices.- Su ceño estaba fruncido e intentaba no levantar la voz ya que no quería que Mara se despierte.

Gaudium  ↬𝙻𝚎𝚟𝚒 𝙰𝚌𝚔𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora