Los opuestos se atraen, o eso dice mucha gente; muchos pueden estar de acuerdo, y muchos no, pero cuando dos personas están destinadas a estar juntas ni el tiempo ni las circunstancias lograrán separarlos. Para la humanidad, él es el soldado más fue...
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Luego de un largo día de entrenamiento y trabajo en el cuartel de la Legión decidí de tomarme el tiempo de enterrar los uniformes de Farlan e Isabel, dándole un cierre después de una semana de sus muertes. En un día tormentoso, mis amigos murieron en su primera expedición a manos de un titán excéntrico. Me separé de ellos para matar a Erwin y en ese tiempo en el que estuve alejado, fueron atacados. Sino me hubiese alejado ellos estarían hoy aquí conmigo, si me hubiese negado a realizar este trabajo ellos estarían hoy aquí conmigo, si hubiese hecho caso a mis instintos y no dejarlos ir a esa expedición ellos estarían hoy aquí conmigo. Todo esto es mi culpa. Pero como Erwin dijo aquel día no debo lamentarme, sino afectará mi toma de decisiones y debo tomar buenas decisiones para darle valor a sus muertes, debo seguir adelante para que sus muertes no hayan sido en vano. Haré lo mejor que pueda y confiaré en ti, Erwin, aunque me cueste la vida.
Lo único en lo que he pensado estos últimos días es que necesito a Mara conmigo, ahora que Farlan e Isabel no están, lo único que me queda es ella, Thot y Maat, pero quiero traerla aquí conmigo. La Legión de Reconocimiento no es una opción para ella, su cuerpo no se lo permitiría pero yo tampoco, es muy peligroso y a ella no puedo perderla. Estuve trabajando duro haciendo trabajos extras desde que llegué aquí para ahorrar. Junto a mis ganancias en estos meses y los ahorros que tengo desde antes, tengo suficiente dinero para alquilar una habitación en algún hotel y que se hospede ahí hasta que se me ocurra otra cosa, pero debo sacarla de la ciudad subterránea primero, y para eso necesito ayuda de Erwin. Conté el dinero y me dirigí a su oficina. Golpeé la puerta tres veces y se escuchó "adelante" detrás de esta.
-Levi, qué sorpresa.- Dijo volviendo su vista a los papeles que tiene en frente de él, sin darle importancia a mi presencia. La luz de las velas iluminan la habitación.
-Erwin, necesito un favor.- Me acerqué a él, quedando justo en frente.
-He visto que estás haciendo trabajo extra, supuse que tenía un fin y me hablarás sobre eso, ¿verdad?- Dijo serio.
-Si, estoy juntando dinero para que mi amiga pueda hospedarse en algún lugar.- Erwin levantó su mirada dejando de escribir. -Quería pedirte un pase para ella, por favor, tengo dinero suficiente.- Saqué los billetes de mi chaqueta, dejándolos sobre su escritorio para demostrarle que mis palabras son ciertas.
-¿La joven que gritó tu nombre cuando te fuimos a buscar?- Asentí. -Es difícil traer a alguien a la superficie sin ninguna razón, ¿no crees que es mejor reclutarla?-
-No.- Dije rápido, interrumpiéndolo. - Ella no puede entrar a la Legión.- Dije firme, mirándolo a los ojos.
-No puedo darle un pase por simple capricho tuyo, Levi.-
-Lo sé, pero no puedo dejar que entre a la Legión.- Intenté calmar mi respiración ya que por la tensión del momento hizo que se acelere un poco. -Ella se enferma seguido, y luego de un gran esfuerzo su salud cae drásticamente, no podría realizar los entrenamientos y mucho menos una expedición.- Expliqué lo más calmado posible.
