𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 𝟸𝟶

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Maratón 2 de 3.

Una pareja de jóvenes ancianos se encuentra apreciando con cariño y orgullo su nuevo local de comida, un gran cartel de bienvenida se encuentra en la puerta, "Bienvenidos a la tienda de pastas de los Canson, descuentos por inauguración" decía en l...

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Una pareja de jóvenes ancianos se encuentra apreciando con cariño y orgullo su nuevo local de comida, un gran cartel de bienvenida se encuentra en la puerta, "Bienvenidos a la tienda de pastas de los Canson, descuentos por inauguración" decía en letras blancas sobre un fondo verde musgo. El día es agradable ya que el otoño empieza a dar uso de presencia, los días tienden a ser más frescos haciendo de esta época del año la mejor para disfrutar de un gran plato de frescas y calientes pastas hechas por una abuela. Otras tres parejas con sus hijos y un muchacho joven se acercan a ellos para felicitarlos luego de aplaudir su gran logro.

-¡Felicidades, madre y padre!- Una mujer de estatura baja y espesa melena negra se acercó para abrazarlos primero.

-¡Felicidades!- Gritan los nietos mientras tiran papeles de colores al cielo.

-Me alegro mucho que estén aquí.- Dice el señor mayor recibiendo los abrazos con gusto.

-¡No podíamos perdernos este día!-

-No puedo creer que hayan venido desde Mitras hasta aquí.- Dijo la abuela avergonzada.

-No es nada, siempre vamos a apoyarte, madre, igual a ti, padre.- Dijo uno de los padres de familia, poniendo su mano sobre el hombro de su madre.

-¿Te dejaron tomarte unos días de la milicia para venir hasta acá, hijo? ¡No tendrías que haber desperdiciado tus días libres en venir hasta aquí!- Habló de nuevo la abuela, tomando las mejillas del joven que venía solo.

-¡Los días con ustedes nunca podrían ser un desperdicio, madre! ¡Qué cosas dices!- Respondió con sus mejillas sonrojadas.- Además los extrañaba mucho a todos.-

-¡Yo también te extrañé, tío Panth!- Habló una niña que acompaña a sus padres.

-Tío Panth, ¿cuando traerás a tu novia?- Habló otro niño más pequeño, mirando a su tío quien tosió mirando a otro lado, haciendo como si esa pregunta nunca hubiera salido de sus labios.

-¿Ya entramos a ver el local por dentro?- Cambió de tema drásticamente, sonriendo para disimular su incomodidad.

-¿Tienes novia y no me has dicho?-

-Ya es hora de que te cases, hijo.- Rió el mayor, entrando a su negocio dejando pasar a su familia.

-¡Seremos los primeros clientes!- Gritó otra niña.

Mientras esto sucedía, un adulto de baja estatura y mediana edad, camina fuera del local escondiéndose debajo de su capa, esta tapa su rostro y su cuerpo, haciéndolo pasar por un ciudadano común y corriente, y nadie se fije en él. Recorrió las calles hasta llegar a la zona más baja de la ciudad, donde el ambiente se volvía más tenso y pesado. Pasó por varias calles hasta llegar a un callejón sin salida donde se escondía la puerta a un burdel ilegal. Entró y eligió a la chica que más le gustó para entrar a una habitación junto a ella. Una chica rubia, esbelta y hermosa lo mira a sus grandes ojos azules cuando se quita su capa.

Gaudium  ↬𝙻𝚎𝚟𝚒 𝙰𝚌𝚔𝚎𝚛𝚖𝚊𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora