Los opuestos se atraen, o eso dice mucha gente; muchos pueden estar de acuerdo, y muchos no, pero cuando dos personas están destinadas a estar juntas ni el tiempo ni las circunstancias lograrán separarlos. Para la humanidad, él es el soldado más fue...
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Por fin llegó el momento de volver a casa, Levi y yo ya podemos cuidarnos por nosotros mismos, aunque no vamos a estar solos. Nuestro nuevo compañero de casa Farlan camina con nosotros en el retorno a nuestro hogar. Subimos las escaleras despacio, abrí la puerta de entrada dejando ver la oscuridad dentro de esta, igual que el polvo en el aire y el olor a humedad. Inmediatamente llevé mi mano a mi nariz para taparla, Levi me imitó.
Levi: -¿Por qué huele tan mal?- Dijo en un tono de voz lleno de disgusto.
Mara: -Hace mucho que no venimos, se acumuló mucho polvo.- Farlan tosió detrás de mi.
Levi: -Hay que limpiar urgente.-
Mara: -Si, ya.-
Entramos dejando nuestras pocas pertenencias en la entrada, abrí las ventanas mientras Levi va a la habitación a buscar pañuelos limpios dentro de su cajón para alcanzarme uno a mi y otro a Farlan.
Levi: -La regla más importante es que la limpieza es primordial en esta casa.- Dijo mientras ata el pañuelo detrás de su cabeza, tapando su nariz y su boca.
Farlan asintió e imitó su acción, avancé hacia él alcanzándole una escoba, la tomó y empezó a barrer el suelo.
El lugar está muy sucio, y tengo que admitir que me molesta un poquito menos que Levi. Él tiene una obsesión con la limpieza que puede llegar a ser enfermiza. Si cree que una limpieza general no es suficiente, tenemos que repetirla, al principio me parecía muy molesto, pero con el tiempo empecé a fijarme en esos pequeños detalles en los que él se fijaba y tomarles importancia. Disfrutamos mucho los momentos de limpieza porque es el tiempo en el que somos él, yo y los utensilios, no hay nada más de qué preocuparse. Charlamos de cualquier cosa, reímos y disfrutamos uno del otro.
Levi, al ser el más detallista, limpió nuestra habitación, mientras que Farlan y yo nos ocupamos de la sala y la cocina. Cuando cada uno terminó por su lado, Levi se acercó hacia nosotros pensativo. Farlan decidió romper el silencio.
Farlan: -Bueno... ¿Dónde dormiré?- Preguntó mientras rasca su nuca.
Levi y yo nos miramos para luego mirar hacia la puerta que nunca nos habíamos animado a abrir, excepto yo y terminó mal. Los recuerdos de Kenny invadieron mi mente haciendo que mi corazón duela por un momento, y al ver la expresión de Levi supe que él está pasando por los mismos conflictos internos. -Hay que seguir adelante- pensé. Suspiré, alejando todo recuerdo invasivo.
Mara: -Dormirás aquí.- Dije acercándome a la puerta. Tomé la perilla y la giré, abriendo la puerta. La habitación está como recordaba haberla visto aquel día de la discusión con Kenny. Las sábanas están tendidas y cada cosa está en su lugar, muy ordenado.
Farlan: -¿Dormiré contigo?- Giró su cara para encontrarse con Levi.
