Los opuestos se atraen, o eso dice mucha gente; muchos pueden estar de acuerdo, y muchos no, pero cuando dos personas están destinadas a estar juntas ni el tiempo ni las circunstancias lograrán separarlos. Para la humanidad, él es el soldado más fue...
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Narra Mike.
Nos encontramos en el sur de la Muralla Rose supervisando al escuadrón cientocuatro, Eren y Annie Leonhart pertenecían a él, debemos asegurarnos que no hay otro titán entre ellos. El ambiente es muy tranquilo y puedo sentir el aire fresco y puro entrar en mis pulmones. Siempre es agradable trabajar en un lugar tan tranquilo como es el campo, pero la paz es interrumpida. Puedo oler aquel aroma que es el que menos quiero encontrarme, el aroma a titan se hace cada vez más fuerte por el sur.
-¿Qué sucede?- Preguntó Nanaba a mi lado al notarme tenso.
-¡Tomas!- Llamé para que me prestara atención. -¡Toma un caballo y vete con otros tres!- Ordené mirando hacia donde viene aquel olor, divisando a los titanes acercarse. -¡Entreguen este mensaje! No creo que hubiese titanes en la tropa de reclutas número cientocuatro.- Apreté mis puños con fuerza. -¡Se acercan titanes desde el sur! ¡Atravesaron la Muralla Rose!-
-No puede ser.- Susurró la rubia a mi lado para dirigirse hacia donde están los reclutas rápidamente, al mismo tiempo que Tomas se aleja para realizar mi orden.
Me subí al techo para poder ver bien la situación, los titanes se acercan, aún están lejos pero no le dan a los soldados el tiempo suficiente para equiparse.
-En el grupo de en frente hay nueve.- Dije cuando Nanaba llegó a mi lado.
-Atravesaron la Muralla Rose.- Dijo agachándose. -Aún no sabemos nada sobre la identidad o los secretos de los titanes y ya llegó este día, la humanidad perdió.-
-No, todavía no.- Me di vuelta para avanzar. -Uno pierde cuando deja de pelear.- Dije con determinación. -Mientras continúes peleando, aún no has perdido.- Me tiré del tejado para llegar a mi caballo, ya que los soldados están esperándonos, y empezar a avanzar en grupo, alejándonos del lugar. -¡Nos dividiremos en grupos cuando los titanes lleguen al bosque! ¡Formar cuatro grupos de reclutas y soldados! ¡Uno irá al este, otro al oeste, otro al sur y el último al norte! ¡Eviten el combate siempre que puedan y céntrense en expandir la noticia.- Ordené.- ¿Alguien conoce la zona?- Pregunté mirando hacia atrás, una joven levantó su mano bien alto.
-¡Yo! Hay un pueblo en el bosque del norte, ¡conozco bien esa zona! ¡Connie también puede ayudar!- Dijo mirando a su compañero de al lado, quien parece muy abrumado por la situación. -¿Connie?- Preguntó preocupada.
-Al sur...- Hizo una pausa. -Mi pueblo está al sur, por donde vienen los titanes.- Tragué fuerte, ahora entiendo por qué se lo ve tan mal. -Puedo llevarlos a una villa cercana, pero luego déjenme ir a mi pueblo.-
-De acuerdo.- Lo vi a los ojos. -Tú serás el guía del equipo sur.-
-Si, señor.- Respondió.
-¡Connie, voy contigo!- Dijo un muchacho fornido y rubio.
