Rough omega (JimSu)

18 Parte 1

Una sensación extraña dentro de su estómago lo embargó en el momento en que se despertó, se sentía nauseabundo y mareado, con los nervios de punta. Escuchó a su lobo gimotear y retorserse en su interior, entonces se dio cuenta que todo estaba jodido. El imbécil que lo marcó iba a entrar en celo. Cuando todo marchaba bien y no tenía ningún problema, aquel idiota podía seguir arruinándole la vida. Mordió el interior de su mejilla para tragarse el llanto de frustración y se levantó a vestirse para entrenar con JungKook.
Antes de salir del cuarto revisó cómo se encontraba JiMin sin pensarlo, cubriendolo mejor con la cobija al sentir lo fresca que estaba esa madrugada.

Encontró al alfa pelinegro estirando cerca de la puerta metálica del edificio. Recibió su sonrisa de conejo como saludo junto a un amable "Buenos días" que por su puesto respondió, apreció el vapor que abandonó sus bocas al hablar.
Luego de calentar lo necesario, ambos salieron trotando hacia la pista, iban a la par, lo que significaba que YoonGi iba apretando el paso y JungKook disminuía su velocidad para que el omega no se sobreexigiera.
Min ignoró sus malestares y los sonidos lastimeros de su lobo, el ejercicio le facilitó olvidarse de todo, además de que aún no tenía los terribles síntomas de cuando el alfa ya estaba en celo, eso apenas era un aviso.

Terminaron de entrenar y YoonGi sentía el frío golpearlo con más fuerza por la humedad de su sudor en la sudadera. Buscó los escasos rayos de sol del amanecer para agarrar calidez mientras esperaban a que los demás llegaran. Vio a HoSeok y TaeHyung salir, ambos cubiertos con sudaderas y las manos escondidas en los bolsillos. 

— Está pasando un huracán, así que va a estar lloviendo —le comentó HoSeok—. Amber estaba escuchando la radio.

No supo en qué momento llegó JiMin entre ellos, sólo se dio cuenta de su presencia cuando una prenda cubrió su espalda. El alfa le había llevado otra sudadera para cubrirlo del frío, le ayudó a ponersela para que no se arriscaran las mangas de la sudadera que llevaba debajo. Se veía adorable con el volumen extra, lucía como una masita.

JungKook los llamó a todos para comenzar a entrenar, por lo que no demoraron en iniciar la formación para comenzar a trotar. Pronto comenzó a caer una ligera llovisna, humedeciendo sus cabellos.
YoonGi ralentizó el paso sintiendo complicado seguir cuando la marca comenzó a quemarlo, con el escozor extendiéndose por todo su cuerpo casi se caía de rodilla. Dejó salir un gruñido lleno de enojo y se forzó a mantenerse de pie y seguir avanzando. Alcanzó a JiMin e intentó atrapar su muñeca, cuando sus dedos tocaron la piel ajena el moreno volteó a verlo, lo vio frenar se cuando cayó de rodilla por el fuerte dolor.

— ¿Está bien? ¿Qué tiene? —se dejó caer a su lado y atrapó el rostro ajeno entre sus palmas.

— Él entró en celo —explicó con la voz impregnada del dolor. Su cuello ardía intensamente, nublando su mente, no podía prestar atención a nada más que el dolor—. Ya no puedo —gimoteó triste por no poder continuar con lo que debía hacer.

— Vamos dentro ¿sí? —despejó la frente ajena de los cabellos mojados, le ayudó a pararse, parecía no tener fuerzas ni para mantenerse de pie por su cuenta—. ¿Alguien aquí sabe de la marca?

— Sólo Amber —explicó mientras veía a JungKook correr preocupado hacia ellos.

— ¿Qué pasa YoonGi? —JungKook se inclinó para escucharlo mejor por culpa de la lluvia que parecía haber aumentado un poco más.

— ¿Puedo contarle después? Ahora necesito ir con Amber —el alfa asintió de inmediato permitiéndoles a los dos marcharse.

JiMin ayudó al mayor a llegar casi cargándolo pues sus piernas perdían la fuerza por instantes y no quería que fuera a caer y lastimarse. Encontraron a la alfa sentada en una de las mesas del comedor, el castaño ayudó a YoonGi a sentarse frente a la mujer. Min de inmediato le explicó a ella lo que estaba pasando, obtuvo un gesto asustado.
Amber sacó su celular y marcó el número del doctor, poniéndolo en altavoz para que todos pudieran escuchar. La voz del doctor resonó por la cafetería vacía y de nuevo le explicaron lo que estaba pasando.