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YoonGi despertó bañado en sudor y una sensación extraña en su cuerpo. Pasaron apenas casi tres meses desde su último celo, se suponía que todo su sistema hormonal estaba completamente regulado y no había razón alguna para que su celo se haya adelantado. Se levantó de la cama con sus piernas temblorosas y la ropa interior húmeda, espasmos asaltaban su vientre cuando su omega percibió algo que él ignoraba. Espabiló de golpe al comprender qué era eso que llenaba y alteraba sus sentidos, su lobo aulló en su interior al percibir las feromonas del alfa llamándolo desde fuera del cuarto. Gimió con el golpe de calor en su vientre, al tiempo en que él se derrumbaba en el suelo por la perdida de fuerza en sus piernas, escuchó algo caer en el baño. Con toda la fuerza con la que contaba se puso de pie y buscó estabilidad en sus piernas temblorosas para ver que todo estuviera bien, pero apenas tocó la perilla escuchó a JiMin gruñir con la voz rasposa:

— ¡No abras! —su voz grave golpeó su vientre en un espasmo y pronto su cuerpo empezó a generar lubricante y a hormiguear—. Están tardando en hacer efecto los supresores —se quejó hundiéndose más en el agua helada de la bañera. Llevaba ya tres pastillas y tomar una cuarta podría repercutir en su salud. Poco a poco sentía a su lobo ceder ante los efectos de los supresores, pues este se rehusaba a caer sin pelear por mantenerse en pie ahora que tenía a su omega cerca—. YoonGi... —sentía su presencia del otro lado de la puerta, llamando a su lobo, manteniendo su cuerpo despierto. Lo escuchó responder con un ruidito que le erizó la piel y provocó que su lobo gruñera en lucha para no ser sedado—. Sé que va a sonar grosero, pero necesito que te alejes del baño.

Odiaba en ese instante todos sus sentidos de alfa. Olía el sudor que salía de cada poro de la piel pálida, el lubricante que resbalaba por sus piernas y sus feromonas que le nublaban la mente, escuchaba su respiración agitada y sus pequeños jadeos. A pesar de la distancia, su sola presencia le nublaba la mente y encendía sus sentidos, podría calentar el agua con su propia temperatura corporal. Bufó agobiado cuando el agua fría dejó de ayudarle y su entrepierna volvió a despertar, escuchó el ruido triste y los resortes de la cama cuando volvió al cuarto para dejarle su espacio para recuperar la compostura. JiMin no quería que su novio se sintiera mal, pero tenerlo cerca era un peligro para su autocontrol. Más tarde le recompensaría el haberlo echado. Mientras tanto su diestra encontró su camino hasta la erección creciente que descansaba sobre su vientre.

YoonGi se preocupó cuando pasaron casi dos horas y el alfa continuaba encerrado en el baño. Había bebido aquella infusión que lo ayudó cuando estaba en celo para que su omega dejara de reaccionar al alfa, esperando que al dejar de producir feromonas, le facilitara pasar el celo sin la necesidad de encerrarse a solas. Entró con precaución, esperando alguna intervención o algo que lo detuviera, preocupándose al no escuchar ni un ruido. Terminó de abrir la puerta y ahí estaba el menor, dormido en la bañera llena, ignoró la sensación de que algo pudo haberle pasado por lo peligroso que era. Evitó mirarlo incluso de reojo y destapó el resumidero para drenar el agua. Agarró una toalla y cubrió su cintura a tientas para protegerlo. Planeaba despertarlo cuando su mirada escaneó con prisa el cuerpo del alfa y, aunque desvió la mirada en seguida al cohibirse a sí mismo, regresó su atención al menor. Nunca le interesó o llamó la atención el cuerpo de JiMin de una forma sexual, reconocía que era bastante atractivo y estaba en forma, pero todo con ropa puesta. Teniéndolo frente a él, con la toalla que le puso siendo lo único cubriendolo, se dió cuenta que le parecía atractivo. Su cuerpo era delgado para un alfa y así era bastante musculoso, era posible apreciar cada uno de sus músculos torneados en su piel morena, reluciendo su fortaleza. Su abdomen marcado y muslos gruesos llamaban su atención. Le atraía. Era una sensación extraña de calidez y cosquilleo en su vientre que subía hasta sus mejillas.

Sacudió su cabeza para ignorar aquellos pensamientos y se arrodilló para acariciar su cabello y susurrar su nombre para despertarlo y poderlo llevar a la cama a que durmiera cómodamente. JiMin apenas abrió sus ojitos antes de obedecer ciegamente las instrucciones del omega, lo guió con cuidado hasta el colchón, ayudándole a mantener el balance y le ayudó a recostarse con cuidado. El celo de un alfa era fuerte y pesado, todo un calor acumulado en 24 horas. Por eso los supresores eran lo suficientemente fuertes como para tumbarlos por completo. Y JiMin no tomó únicamente uno. Besó su frente con cariño antes de acurrucarse con él para llenarlo de amor. Lo escuchaba suspirar y hacer ruiditos de comodidad entre sueños, incluso sonreía levemente cada tanto, animándole a continuar para ver sus tiernas reacciones.

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⏰ Última actualización: Oct 07, 2023 ⏰

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Rough omega (JimSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora