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Despertó y lo primero que vió fue una espalda amoratada en tonos tenues, no pudo analizarlo por mucho tiempo porque la camiseta de manga larga le estorbó. Su lobo gruñó con ira al pensar en alguien haciendo daño a YoonGi.
Era insolente y altanero, pero nunca ha hecho nada para merecer estar marcado por moretes.
Fingió seguir dormido, escuchaba los gruñidos de dolor cuando hacía algún simple movimiento, lo atribuyó al ejercicio y la falta de costumbre del mayor a hacerlo.

Lo sintió colgarse de la litera y cerró los ojos antes de que lo descubriera, de nuevo los piquetes en su mejilla y el mayor diciéndole que llegaría tarde.
¿Quería preguntarle cómo estaba? Pero más que formular la pregunta, deseaba tener una respuesta sincera.
Deseaba poder ser parte de su vida, que aquel beta de cabellos oscuro y mirada indiferente lo tratara como una amigo por lo menos. Daría cualquier cosa por dejar de ser un simple compañero para él, que le permitiera acercarse.

Caminaron juntos, eran los últimos. Iban con retraso, aún así la calma no los abandonó.
JungKook ni siquiera tuvo que voltear para saber que estaban detrás de él. Tenían que correr dos vueltas por el camino asfaltado.
No iban a la mitad cuando YoonGi sintió que se le caerían las piernas y sus pulmones abrasaban a cada respiración.

— Vamos, tú puedes — animó, descuidando el detalle de la formalidad y el respeto.

— Soy mayor que tú — reclamó apoyando sus palmas en sus rodillas, intentando recuperar el aliento.

Escucharon a JungKook gritar que añadiría una vuelta más si no se daban prisa. Con toda su fuerza de voluntad, emprendió de nuevo la actividad y pronto cada pasó quemaba y dolía, el sol matutino comenzaba  a llegar a un punto más alto.
Tenía demasiado calor y su cabeza comenzó a dar vueltas. Su vista oscureció y se vio adornada por puntos blancos, de pronto sus músculos dejaron de doler y fue envuelto en la cálida oscuridad.

— ¡Mierda! — exclamó en voz alta al ver de reojo el cuerpo del "beta" caer inerte y golpear contra la pista —. YoonGi — lo llamó varias veces, su cabeza golpeó contra el suelo así que no debía moverlo —, despierta, vamos — daba suaves toques en su rostro.

Alguien del grupo notó que algo no andaba bien a lo lejos y avisó al entrenador, este salió corriendo hacia el alfa arrodillado en el suelo.

— ¿Qué carajos? — se hincó del lado contrario — ¿Golpeó su cabeza? — JiMin no escuchaba, tuvo que sacudir su hombro y repetir la pregunta para recibir un obsoleto "no ví" —. Se ha desmayado por el esfuerzo y por el calor — vio todo el sudor a pesar de estar fresco aún.

Le pidió ayuda al castaño para acomodarlo boca arriba y después le levantó las piernas para ayudar a una mejor circulación de sangre a la cabeza.
Entonces se dió cuenta de que se habían acercado a ver, excepto dos chicos que estaban con Park intentando tranquilizarlo.

— Todos vayan a la cafetería, iré por ustedes en la tarde — ahuyentó a los curiosos, pero ahí seguía el alfa sin dar muestras de obedecer su indicación — ¿Por qué sigues aquí?

— No puedo dejarlo — mencionó, volviendo al suelo.

Retiró el cabello de la frente ajena y con su mano echó aire. Pasaron largos minutos hasta de que sus párpados se movieran antes de abrir los ojos. Estaba desconcertado y tardó un poco en conseguir enfocar la vista.
Jeon bajó sus piernas poco a poco, se agachó a la altura de su rostro.

— No te muevas — a pesar de su tono amable, era una orden.

— ¿Van a matarme? — entrecerró los ojos por el reflejo del sol que no daba directo a su ojos gracias a la mano de JiMin.

— Sí, descuida, no será doloroso — bromeó el militar y ganó una sonrisita.

El lobo de JiMin aulló dolido, envidiaba al alfa frente a él, su corazón se encogía y tuvo que poner todo su esfuerzo para que no pudieran oler su estado de ánimo.
La mirada de YoonGi se enfocó en él y ya no supo qué sentir al recibir una sonrisa y una pequeña broma:

— Dime que no me besaste para que despertara, porque no soy una princesa, ni tu un principe — se llevó la mano que no estaba usando para cubrir el sol para llevársela al pecho y actuó indignado.

— La sangre sigue sin llegarle a la cabeza — la sonrisa se ensanchó un poco.

Ese no era completamente YoonGi, o si lo era le gustaba que pudiera apreciar esa faceta de él. Verlo relajado y bromista le entibiaba el pecho.

— ¿Cuándo podré levantarme? — regresó a su usual seriedad.

— Intenta sentarte — le tendió la mano Jeon para brindarle soporte y JiMin le ofreció soporte a su cabeza, sintió un dolor punzante en el mismo lugar por el esfuerzo y siseó —. Quédate sentado un poco.

Park se puso de pie y le dejó usar sus piernas de respaldo, aceptando al sentir el agudo dolor por el esfuerzo.

— Debes dejar de ponerte camisetas de manga larga, YoonGi — le tendió su botella de agua para que el "beta" pudiera hidratarse — o, al menos, una deportiva para que no acumule tanto calor — la seriedad ajena le hizo seguir —. No puedo obligarte, te lo estoy sugiriendo por tu bien.

— Sí.

Más tarde lo ayudaron a llegar a la enfermería para recibir algo para su cabeza.
JiMin aguardó con él. El médico del lugar, un alfa llamado SeokJin, le aconsejó lo mismo que JungKook. Le ofreció una compresa de hielo y una pastilla para el dolor de cabeza.

— Descansa lo que resta del día, no hagas nada, de preferencia quédate acostado.

El alfa lo ayudó a llegar a la cafetería, pues YoonGi alegaba que sin contar el dolor de cabeza, que comenzaba a ceder por el medicamento, estaba bien.
Min se preguntaba cómo hacía JiMin para estar con él cuando necesitaba ayuda.
Comió sosteniendo el hielo contra su cabeza y para cuando llegó la hora de entrenar de nuevo se sentía bien.

— ¿Qué haces aquí? Deberías estar descansando y no voy a dejar que entrenes con esa camiseta — se dirigió a él, en voz baja, no tenían los demás que enterarse.

— ¿Si me cambió me dejará? — por un momento JiMin creyó que el pálido no era quien estaba hablando.

Jeon meditó demasiado, terminó aceptando y lo vio correr de vuelta. Buscó con la mirada al alfa castaño y con un gesto le indicó que lo acompañara. Obedeció de inmediato, siendo la burla de sus amigos.

JiMin entró al cuarto y observó la forma en que revolvió sus cajones de ropa, en busca de alguna prenda.

— ¿Por qué tienes que llevar una camiseta de manga larga siempre?

El cuerpo entero de YoonGi se paralizó. Simplemente buscaba esconder su cuerpo lleno de cardenales y una que otra cicatriz, además de esconder el esbelto cuerpo que, aunque no tuviera curvas, delataba su casta.
No respondió y el alfa no insistió, en cambió le ofreció con disculpas en la mirada una sudadera deportiva holgada y salió apenas la aceptó.

Min dudó en si debería ponérsela. Se quitó las dos camisetas para al final dejarse únicamente la de manga corta y la sudadera encima. Estaba limpia, olía a detergente.
Entonces se cuestionó la amabilidad de JiMin, le causaba demasiada desconfianza, como si estuviera fingiendo y temía que un día el amable y cálido alfa fuera solo un imbécil disfrazado.







Nuevamente se quedó por más tiempo, insistió en eso, porque nuevamente el alfa se preocupaba por no sobreexigirle.
Quería que sus brazos dejaran de ser como fideos tener fuerza, lo que a JungKook le pareció muy oportuno porque no tardaba en tener que empezar a hacer que treparan la cuerda suspendida y no quería que tuviera que pasar por las "penalizaciones".

De nuevo JiMin sentía celos porque el mayor se quedó con el entrenador, parecían tan unidos y YoonGi era el dueño de la consideración del alfa.
Odiaba esa sensación de malestar que solo empeoraba con su lobo aullando dolorido.



Nana~

Rough omega (JimSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora