Rough omega (JimSu)

15

YoonGi admiraba el cielo azul, disfrutaba ver el casi imperceptible movimiento de las nubes por su trayecto, el césped comenzaba a picar en sus brazos a pesar de llevar la sudadera de JiMin. Sus párpados se sentían pesados y cada vez le costaba más mantenerse despierto, escuchó el pasto crujir casi inaudible por los pasos de alguien acercándose, mas no se movió, desinteresado en quien sea que se acercaba. Cuando el extraño se sentó a su derecha, giró la cabeza para verlo. Tal fue su sorpresa cuando notó que era TaeHyung, miró su gesto afligido y sus manos entrelazadas entre sí.

— Quiero pedirte una disculpa, me he comportado como un idiota contigo sin razón y ayer crucé la línea —el mayor lo escuchaba sorprendido, se incorporó para prestarle mayor atención—. Sé que no tiene justificación, pero espero puedas perdonarme —pidió con timidez, bajando la mirada— y tal vez empezar de cero.

El rubio mantenía la mirada baja, incapaz de mirarlo a la cara, jugó con sus dedos y esperó en silencio una respuesta, cualquiera, inclusive un golpe. Entonces la mano extendida del omega llamó su atención.

— Min YoonGi —se presentó luego de pensarlo. Había decidido darle una oportunidad de redimirse y demostrar quien era el TaeHyung del que HoSeok le hablaba con ojitos brillantes y una amplia sonrisa. El beta sonrió en grande y estrechó la mano en seguida.

— ¿Significa que me disculpa?

— Obviamente —reprimió las ganas de estrellar su mano contra su frente, pues notó los ojos ajenos brillar al verlo.

YoonGi se dejó caer nuevamente en el pasto húmedo, esta vez sintió al contrario imitar su acción a unos centímetros de él. Podía sentir el calor que emanaba TaeHyung por la corta distancia a la que se encontraba.

JiMin estaba buscando al pálido, no lo había visto desde que terminó la hora de la comida. Encontró a HoSeok tirado en su cama y de alguna forma lo convenció de ayudarlo a buscar al omega. Como último recurso buscaron afuera, el sol ya estaba descendiendo para esconderse, fueron al lugar donde daba sombra la mayor parte del día dando por seguro que ahí encontrarían al omega.
Los dos se miraron con sorpresa al encontrar a YoonGi y TaeHyung dormidos en el pasto. El rubio se encontraba boca abajo y tenía una pierna sobre el torso ajeno, en cambio el mayor dormía boca arriba y con los  brazos cruzados. El sol ya estaba golpeando el rostro de YoonGi y dejando sus mejillas rojizas.

Park se puso en cuclillas al lado del pálido con una tímida sonrisa, su mayor era completamente adorable mientras dormía con los labios abultados y el rostro ligeramente hinchado. Posó su mano sobre el hombro para sacudirlo con suavidad para despertarlo. Al mismo tiempo, lo llamó bajito para no asustarlo.

— No molestes —se quejó el pálido entre sueños y una de sus manos se sacudió como si quisiera ahuyentar mosquitos.

— Te estás quemando el rostro —le comentó inclinándose hacia él.

Finalmente abrió los ojos y lo escuchó murmurar un insulto hacia la nada mientras se sentaba. YoonGi sintió su rostro doler cuando se talló los ojos, volteó a ver al alfa y apoyó su mano en su pecho, lo empujó para hacerlo caer sobre su trasero sin ningún motivo en específico. Se puso de pie con cuidado de no perder el equilibrio al sentirse un poco débil por estar recién levantado. Miró al rubio despierto aún acostado, entonces notó que HoSeok mantenía su distancia con TaeHyung. Dio unas patadas sin fuerza en su costado.

— Levántate —insistió hasta que le obedeciera—. Vamos a lavarnos la cara —dijo luego de ver las marcas del pasto en el rostro del más alto. Puso su mano en la espalda de TaeHyung para que avanzará de una buena vez.

El otro par de nuevo se miró extrañado, preguntándose qué se habían perdido. De todas formas se alegraban por eso, pues significaba que después de todo, el rubio volvía a ser igual que antes.