Rough omega (JimSu)

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Quedaba una semana en aquel lugar, entonces YoonGi empezó a sentir la ansiedad de terminar el programa militar en su estómago, tenía miedo de su integridad una vez afuera, expuesto las personas conservadoras y alfas imbéciles que no dudarían en agredirlo física o sexualmente. Era evidente por su apariencia y aroma agrío que algo le estaba molestando, cada vez que HoSeok le preguntaba recibía evasivas al respecto. De todas formas, no era un gran misterio saber qué le molestaba, los tres buscaban una manera de dejarle saber al omega que lo cuidarían de los demás, sin que sintiera que lo veían débil.

Min se encontraba frente a la cuerda, los últimos días estuvo muy cerca de llegar hasta arriba, pero terminaba resbalándose hasta el pasto. Tenía las palmas con rastros de quemaduras por la soga. El sol golpeaba su su piel y después de años cubriéndose con mucha ropa, de verdad disfrutaba la sensación. Escuchó el silbato del alfa y se aferró con fuerza a la soga, escalaba con lentitud apoyándose de sus pies en un intento de afianzarse mejor. Sus manos ardían y el sudor resbalaba por todo su cuerpo, quedaba poco y sus agarre comenzaba a ceder, resbaló unos centímetros y gruñó por el esfuerzo que hizo para no caer. Apretó los dientes y se forzó a terminar de subir, ignoró el escozor en sus palmas a cada centímetros que las movía al trepar. Cuando llegó hasta arriba escuchó los gritos de TaeHyung animándolo.

Descendió con cuidado, dejándose caer a dos metros de distancia cuando la piel de sus palmas dolía insoportablemente. Apenas aterrizó en el piso revisó su piel, no se sorprendió por los pellejitos levantados dejando ver la carne viva, lo ignoró cuando el orgullo por su hazaña lo embargó. Supo que algo definitivamente cambió sin que se diera cuenta cuando en lugar de buscar a JungKook para compartir con él su triunfo, terminó buscando a JiMin, al verlo sonreírle haciendo sus ojos finas líneas, le hizo acercarse corriendo en su dirección para abrazarlo, sus cuerpos se estamparon con fuerza, haciéndolo trastabillar varios pasos para recuperar el equilibrio. Ignoró la sensación de rareza por lo que estaba haciendo y se centró en la sensación de orgullo por haberlo logrado. No era posible dejar de lado el cosquilleo en su pecho cuando era envuelto entre los brazos del alfa, no supo que tenía frío hasta que se encontró en su calor.

— Bien hecho —murmuró el castaño cerca de la oreja del mayor. Crearon su propia burbujita sin darse cuenta.

Por un momento fueron el centro de todas las miradas, antes de que sintieran las miradas volvieron a sus propios asuntos. Hace unos días comenzaron a preguntarse entre ellos si aquel par estaba saliendo, sin embargo los betas les decían que no era así. El que YoonGi se olvidara por un momento del militar los sorprendió, pero no más que a JungKook.

El omega se recostó en el césped húmedo, apreció el cielo despejado y brillante mientras su respiración se calmaba. HoSeok lo acompañó en silencio, analizaba al omega, desde que perdió el lazo parecía brillar, no encontraba otra forma de describirlo, su carácter se suavizó y se comportaba espontáneo y amable con los demás, y junto con TaeHyung llegaban a ser sumamente ruidosos de la nada. Incluso notó que se había vuelto atractivo para algunos a su alrededor, era obvio en la forma que lo veían, mas ninguno hacía nada al respecto porque sabían el rechazo que obtendrían y que desde hacía tiempo JiMin gustaba de él. Eso hacía pensar al pelirrojo si el omega de verdad no sé daba cuenta de todo eso o pretendía no hacerlo, debía ser realmente despistado socialmente para no percatarse de todo lo que sucedía a su alrededor o por lo menos de los sentimientos de su amigo.

— ¿Qué tal va todo con TaeHyung? —le preguntó el omega en voz baja.

— Igual que siempre —rió mirando al nombrado subir la cuerda con facilidad a varios metros de ellos—, por lo menos volvió a ser él.

— ¿Cómo se siente estar enamorado de TaeHyung? —preguntó seriamente y con genuina curiosidad.

— ¿Uh? No esperaba eso —se rascó la nuca nervioso—. Es un sube y baja, porque él es muy lindo en todos los sentidos, pero también es un idiota que me hace sentir mal sin que se de cuenta —sonrió al pensar en él, se encogió de hombros— ¿Por qué preguntas?