Rough omega (JimSu)

18 Parte 2

Sus compañeros ya estaban acostumbrados a que el omega desapareciera durante el entrenamiento y que el alfa se fuera detrás de él, de todas formas, se preocuparon por él, por lo que cuando terminaron el enfrentamiento se fueron asomando al cuarto para ver cómo estaba, se encontraron con YoonGi dormido y JiMin sentado en la cama cuidándolo con la mano acariciando las hebras oscuras entre sus dedos, el alfa simplemente asentía cuando le preguntaban si el mayor estaba bien. TaeHyung y HoSeok se quedaron por más tiempo en el cuarto, impresionados porque de la nada parecían ser muy cercanos.
Dejaron dormir al omega toda la mañana, sin despertarlo para desayunar, por lo que el castaño tampoco desayunó pues no planeaba alejarse de él. Ya en la tarde, luego del entrenamiento YoonGi ya estaba despierto con todo el cuerpo adolorido, no estaba tan mal el dolor por la calma que guardaba su lobo.
Entre los tres amigos terminaron obligando a Min a levantarse para comer algo.

Entonces ahí estaban, sentados en la cafetería. YoonGi eliminó el espacio que había quedado entre el alfa y él para apoyar su cuerpo en el costado de JiMin. No tenía apetito ni se sentía capaz de ingerir agua, pero lo estaba intentando por la insistencia de los tres. Terminó un poco menos de la mitad de lo que había en su bandeja y se dio por vencido cuando las náuseas comenzaron a revolverle el estómago.
Sabía que iba a vomitar, se levantó con cuidado y caminó con prisa a los baños, corrió cuando el camino era control y la urgencia mayor. Cayó de rodillas frente al escusado y devolvió todo lo que comió. No pasaron más de unos segundos antes de una mano se situara en su espalda y lo intentara consolar, era fácil distinguir que esa mano no era de JiMin, esa mano grande y tosca era de TaeHyung.

— Venga —lo ayudó ponerse de pie y le pasó papel para que limpiara su boca, en los lavamanos se enjuagó la boca evitando mirarse al espejo por miedo a lo mal que se vería.

Observó a JiMin esperándolo en la entrada junto a HoSeok y se sintió mal por haberlos interrumpido a la hora de la comida. Tenía un nudo en la garganta, la marca punzaba y le provocaba dolor de cabeza. Sus ojitos tristes se encontraron con la mirada preocupada del alfa y sintió el impulso de ir a abrazarlo, mas no tuvo ni siquiera que moverse para conseguir verse encerrado entre los fuertes brazos de JiMin, no dudó en rodearlo con los propios de igual manera.

— Debería irse a recostar —aconsejó bajito el alfa. De pronto el par de betas sintieron que estaban invadiendo un momento íntimo y voltearon a verse entre ellos para saber si debían irse o no, al final decidieron alejarse unos pasos.

— No quiero estar solo —murmuró con timidez—, te espero a que termines de comer —podía escuchar el corazón de JiMin latir algo acelerado, ni siquiera supo cuando una sonrisita se pintó en su rostro por sólo oírlo—. Vamos —a pesar de lo dicho no se separó del alfa, manteniendo su cabeza sobre su pecho.

— No podemos caminar así —volvió a hablarle bajito, sus labios rozando su coronilla y sus pulgares acariciando la espalda ajena.

Escuchó al mayor disculparse y soltar sus brazos que rodeaban su cintura, el menor terminó por deshacer el abrazo y caminó a la par del omega.
Regresaron al comedor y las miradas no fueron nada disimuladas. YoonGi cruzó los brazos y los apoyó en la mesa metálica para recostarse sobre ellos y hundir su rostro en el hueco.
JiMin intentó apurarse, pero estaba hambriento y terminó sirviéndose otra porción.
Min reconoció ese escalofrío que lo recorrió por todo el cuerpo y la marca comenzó a arder como la mierda de nuevo, dejó salir un grito ahogado y sus manos se dirigieron a la parte trasera de su cuello. Al parecer ya había encontrado a alguien para pasar su calor.

Y ahí, en medio de la cafetería comenzó a sufrir las consecuencias de que el alfa que lo enlazó se acostara con otra persona. Era como si alguien lo estuviera golpeando en ese mismo instante, se encontraba sofocado y no podía emitir ni un sonido. Lágrimas abandonaban sus ojos y su lobo se retorcía, sufriendo igual que él.
Estaba desorientado y podía apreciarse el pánico en su gesto, de pronto parecía desconocer todo a su alrededor. JiMin apenas se dio cuenta dejó caer los palillos sobre la mesa.