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Sus manos quemadas e irritadas y su trasero dolía por estamparse contra el césped por resbalarse. La primera vez, Jeon lo salvó del dolor de trasero, al segundo intento cayó de lleno por la debilidad en sus brazos, el contrario no pudo hacer nada por distraerse. Antes de ayudarlo se rió con ganas y al cesar la gracia, lo puso de pie por las axilas, alzandolo con tal facilidad que lo hizo parecer un muñeco de trapo.

— Te sobaría, pero no es nada profesional ni correcto — comentó para deshacerse del ceño fruncido del azabache, consiguió una miradita con gracia y fastidio —. Ve a bañarte.

— ¿No seguirás ayudándome? — cuestionó con verdadera preocupación. Siempre le daba consejos o algo luego de cada práctica matutina, gracias a eso mejoró exponencialmente en ese corto periodo de tiempo.

— YoonGi, vienes cada mañana y te esfuerzas en hacer lo que yo hago, luego entrenas con los demás mañana y tarde. Te estás excediendo — advirtió, esperando su bienestar — ¿Por qué tanta insistencia? ¿Por qué de pronto estás esperando para entrenar conmigo cada mañana?

— No quiero ser débil, ni tener miedo de no poder defenderme — respondió algo alebrestado —. Sé que es imposible tener la complexión física de un alfa, pero no lo es contar con la fuerza que me hará sentir seguro.

Casi le estaba gritando, aún así no intentó bajar el volumen, no debía gritarle y no por esas cosas del respeto, sino porque él no tenía la culpa de nada. La frustración de años se acumuló tanto al grado de buscar por dónde salir. Al callarse se analizaron sin gesto.
Jeon extendió sus manos para alcanzar las ajenas y revisarlas para tomar una decisión.

— En este momento no podrás hacer mucho por tus manos lastimadas — sentenció y lo soltó, después añadió —. Veremos más tarde. Ahora sí, ve a bañarte

Agradeció serio y corrió hacia la base para buscar sus cosas e ir a tomar una baño.
JiMin estaba poniéndose sus tenis con el cabello goteando y mojando su camiseta.

— ¿YoonGi? — lo nombró nervioso —. Voy a llevar a la lavandería mi ropa y pues... — señaló la sudadera que el mayor llevaba puesta.

Se apuró a explicar que se la regresaría apenas la lavara, pues estaba sucia después de usarla varias veces para entrenar y aparte durmiera con ella. Para JiMin era estupendo ver al pálido vestir algo suyo, como si finalmente fuera su pareja y tomara su ropa sin importarle nada. Le mostró otra sudadera limpia que podía usar en su lugar.

— Relájate, no tienes que darme explicaciones, es tuya — apenas iba a quitarsela cuando recordó un detalle importante — ¿Te importaría si te la traigo después de bañarme? — recibió un predecible no. Min tomó la otra sudadera y le dijo —: Es muy amable de tu parte.

Salió del cuarto dejando a un alfa en el séptimo cielo por el simple hecho de hablar con él, de dejar de evitarlo constantemente.
Era tonto lo feliz que le hacía con tan poco.

...

Lo vió entrar a la cafetería con el cabello húmedo, lo siguió con la mirada todo su recorrido para conseguir comida e ir a sentarse en la mesa de siempre. Casi le da un infarto cuando le regresa la mirada con una ceja alzada.
Entonces se puso de pie y avanzó en su dirección, su corazón golpeaba con fuerza y su labio inferior temblaba de los nervios.
Tomó asiento frente a él junto a HoSeok.
Sus ojos aún clavados en él, poniéndolo más nervioso, lo hizo por largos minutos.

— Así se siente cuando me miras fijamente, en serio es incómodo — reclamó, desviando su atención finalmente a su comida —. Oye, JiMin. Deja de verme — repitió.

Dejó de verlo y agachó la cabeza, avergonzado por darse cuenta que YoonGi sentía su mirada.

— Lo siento — se disculpó con sinceridad y la risa de HoSeok no se hizo esperar.

— ¿Qué decidiste? — preguntó al pelirrojo, girandose hacia él.

— Voy a dejarlo, me voy a cambiar — puso su mano en uno de sus hombros para demostrarle su apoyo y el más alto resistió el impulso de abrazarlo.

— ¿De qué hablas? — interrumpió TaeHyung con seriedad.

A Jung se le pasó el detalle de no haber contado nada al respecto a sus amigos.
Entonces el azabache sintió que metió la pata y dijo algo que no debió haber dicho.
Conforme el contrario explicaba que cambiaría de carrera, Min deseaba que omitiera la parte de su ataque de pánico, solo le puso su brazo sobre sus hombros y le dió el crédito de darle el empujón que necesitaba para hacerlo.
Dejó al contrario apoyarse en él, recibió un corto apretón en sus hombros y el brazo se fue, dándole su espacio.

— ¿Por qué nunca nos dijiste nada? — reclamó dolido TaeHyung.

Siempre se contaban todo, ellos tres eran como hermanos, se conocían desde antes de entrar a la pubertad. No quería que de pronto comenzaran a ocultar cosas importantes.

— Creí que en algún momento me gustaría el derecho, pero no — simplificó —. Además tenía miedo de la pelea que tendría con mi familia por eso.

— Está bien, cuentas con nuestro apoyo — concluyó JiMin dándole la mano y sonriéndole cálidamente.

YoonGi sabía y sentía que TaeHyung no lo quería ahí, lo miraba como si invadiera su territorio. No comprendía y no le interesaba. Se retiró sin decir nada apenas terminó de comer, quería lavarse los dientes y dormir una siesta más larga, pues Amber siempre lo despertaba y le llamaba holgazán.

...

HoSeok se sentó junto a él en el pasto húmedo, no abrió la boca en ningún momento para no incomodar al pálido. Quería estar con él y para eso guardar silencio era la mejor forma para que no huyera. Mientras él buscaba mantener al contrario cómodo a pesar de su presencia, Min no pensó en lo mismo cuando soltó de la nada:

— Te gusta TaeHyung a pesar de que a él ya está con JiMin ¿Eres tonto? — lo encaró, arrepintiendose de inmediato al ver el gesto triste en su rostro. Le dió un par de palmadas en su espalda.

— Lo sé, pero no has hecho un buen análisis, porque ellos... — señaló a sus amigos que estaban ocupados en perseguirse y tirarse al suelo entre risas — solo son amigos.

Analizaron al par jugar entre ellos, no conocían la palabra espacio personal al estar juntos. Era poco creíble creer que solo eran amigo cuando en momentos parecían estar a nada de comerse la boca.

— Sí, claro — se mofó.

— JiMin desde que entró a la universidad está enamorado de alguien — argumentó ocultando una sonrisa —. Pero esa persona hasta el momento no ha dado señales de querer ser su amigo siquiera.

Recordó al castaño con el corazón roto, alegando que de quien estaba enamorado no le hablaba. Rodó los ojos por haberlo olvidado, pensó en lo feliz que sería JiMin saliendo con Kim, que lo miraba como si fuera su mundo.
HoSeok suspiró a su costado y se echó al suelo, siendo imitado enseguida.

— Siempre he pensado en lo cobarde que es JiMin por no confesar sus sentimientos, yo no tengo el valor para hacerlo.

— Está bien, no siempre tienes que lanzarte al vacío.

— Entonces ¿qué sentido tiene vivir si no te atreves a nada?







Nana~

Rough omega (JimSu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora