Rough omega (JimSu)

13

Nunca se sintió más orgulloso de sí mismo que en ese instante, donde el sonido de sorpresa grupal invadió sus oídos. Acababa de dejar en el suelo a su contrincante. Ni siquiera él terminaba de creer lo que hizo. Era extraño ser quien tendiera su mano par ayudar al contrario a levantarse. JiSung le sonrió y le dio un par de palmadas en su espalda a modo de felicitación.
JungKook lo miraba como cualquier padre miraría a su hijo después de una victoria.
Se acercó al pelirrojo, su rodilla dolía por haber dejado caer todo su peso en esta.

— Ahora me das miedo —bromeó HoSeok, cruzó su brazo por encima de los hombros del más bajo.

Al final, sólo venció a dos más, siendo tres de cinco. Un muy buen número que hacía valer la pena los tres días quedándose a practicar con JungKook y los moratones en sus rodillas. Ese día no sería la excepción y se quedaría para continuar practicando. 
Estaba levantándose de la colchoneta cuando el alfa lo derribó por cuarta ocasión. Necesitaba un corto descanso para recuperar el aliento. Tenía a Jeon de pie frente a él, se tomó la libertad de analizarlo detenidamente, sintiéndose tonto por haber pasado por alto tantas veces sus marcados músculos, tenía sentido todo lo que podía hacer, pues era un esfuerzo y constancia de años. Era insensato desear lograr lo que los demás cuando la mayor parte de ellos tenían ya las bases y una mejor condición física. Debía de tener comprensión por sí mismo y dejar de desear poder hacer lo mismo que el resto e ir a su propio paso, dejar de frustrarse por no lograr hacerlo sin tener la suficiente práctica. Respiró, estando ahora más calmado se preparó para regresar al entrenamiento.

...

De nuevo estaba a punto de terminar la hora de la comida y el omega no llegaba. Con la curiosidad acumulada a flor de piel, JiMin decidió ir a ver qué era en lo que YoonGi se entretenía todo el tiempo. Salió de la cafetería con la esperanza de encontrar su respuesta, avisó a sus amigos que no tardaba. Si debía ser sincero, realmente temía por lo que pudiera encontrarse.

Los vio a lo lejos, su estomago dio un vuelco al ver al alfa encima de Min encima de las colchonetas. Al malinterpretar la situación, inmediatamente se preguntó si estaría obligando al pálido a algo, avanzó sin estar seguro de qué haría, pero dispuesto a hacer lo que fuese, de ser necesario. Entonces los vio pararse y notó las bandas alrededor de sus muslos. Suspiró al verlos ponerse en posición y a YoonGi tratar de desequilibrar al mayor —fallando en el intento—. La calma lo inundó al por fin saber que toda la confianza y miradas de complicidad no eran producto de una posible atracción, sino del continuo apoyo. Podía asegurar que se enamoró más al ver a su mayor, siempre trabajaba duro para dar lo mejor de sí.

Regresó al comedor y apartó comida para YoonGi. No comentó nada a sus amigos acerca de lo que vio, no podía divulgar algo que, en primer lugar, él no debía saber.
Ya estaban recogiendo el lugar cuando el omega entró al comedor. Sin la necesidad  de siquiera preguntar por dejarlo estar mientras recogían, JiSung se ofreció a recalentar la comida que guardó el alfa. 
Min comía en silencio y con prisa para no estorbar a quienes limpiaban. JiMin lo acompañaba en silencio, sentado frente a él, sentía como retiraba la mirada cada tanto para no incomodarlo.

— ¿No le molesta bañarte con agua fría todo el tiempo? —cuestionó, siempre llegaba tarde, por lo que no se podía bañar antes de comer, como todos los demás.

— No es como si el agua caliente valiera meterme a un lugar lleno de alfas y betas desnudos —explicó con un gesto de obviedad.

— Tiene razón —concedió sintiéndose tonto por no pensarlo antes.

— Te voy a confesar algo —se acercó a JiMin, haciendo a un lado la bandeja para apoyarse en la mesa y echarse hacia delante, poniendo al contrario nervioso—. Amber me deja usar su baño.

Se puso de pie para ir a la cocina y lavar la bandeja que usó y dejarla escurriendo con las otras y agradeció al par que le permitió quedarse fuera del tiempo establecido. Salió con dirección a los cuartos, no sin antes indicarle a JiMin que lo siguiera con un cabeceo. 
Se dejó caer en el colchón y le dejó un espacio al castaño para que se sentara.

— Ella me descubrió desde el primer día —le explicó al alfa cuando este le preguntó la razón por la que le dejaba usarla—. Tuve suerte, estoy seguro de que en cualquier otro sitio estaría en graves problemas. 

JiMin hubiera deseado poder contradecirlo, asegurarle que no lo estaría, pero el omega tenía razón. Odiaba a la sociedad por eso. 

— Me alegra que no haya tenido problemas —dijo sin pensar mucho el menor.

Después de ese comentario se quedaron en silencio. Dirigiéndose la mirada, Min retirándola por instantes, agobiado por lo extraño que sentía a su lobo, parecía tratar de levantarse y dar cortos aullidos que no parecían los sonidos lastimeros a los que estaba acostumbrado a escuchar.
No podía negarlo más. Algo provocaba el alfa frente a él al animal, era como si le diera esperanza y pareciera tratar de salir de su tristeza.

— ¿Alguna vez se ha enamorado? —curioseó con timidez.

— No —era innecesario pensarlo cuando tenía clara la respuesta—. Tampoco he sentido atracción por nadie.

— No puedo creerle, no es de piedra —refutó JiMin.

— Tal vez en un futuro lo entiendas —concluyó con una mirada algo nublada. 

El alfa tuvo que esforzarse para no preguntar al respecto y confió en que en algún momento lo sabría. Le preocupaba esa mirada triste y perdida en el mayor, deseaba saber cómo hacerlo sentir mejor.

— ¿Te molesta si me duermo? —se puso boca abajo para estar más cómodo. Park lo tomó como indirecta para irse, negó con la cabeza y reprimió cualquier gesto de decepción —¿Entonces por qué te vas?

Regresó a su lado sin molestarse en ocultar su sonrisa. Si le hubieran dicho que en poco menos de un mes el chico de sus sueños le permitiría entrar un poco a su vida, hubiera llorado de emoción. Tener al contrario, confiando en él para dejarlo compartir la cama era muy valioso, lo tomaba como señal de que sabía qué clase de persona era y que nunca le haría daño.
Así que ahí estaba. Acostado junto al mayor, viéndolo dormir.

Nana~