Seduciendo a un Caballero (adaptación) Emiliaco

Epilogo

Alex bostezó y levantó la mirada, pero no pasó mucho tiempo antes de que el sueño por fin lo venciera. Joaquín dio un suspiro y despacio se acercó hasta la cuna en la que dejó a su pequeño hijo de año y medio.

Tratando de no hacer ruido dio media vuelta y salió de la habitación, cerrando la puerta tras el. Camino con tranquilidad por los pasillos de su casa hasta a su estudio.

Cogió la pintura, los pinceles y siguió con el cuadro que estaba pintando. Estaba tan concentrado en su creación que no se dio cuenta de cuanto tiempo había pasado hasta que alguien abrió la puerta.

- Vamos a llegar tarde - dijo una voz muy familiar a su espalda.

El se giró y miró a Emilio. - ¿Qué hora es?

- Las 8:40 - contestó el sin siquiera mirar el reloj.

- Oh, Dios... Niko me va a matar. Solo me cambio y nos vamos.

- Yo creo que va a hacer falta más que un simple traje.

- ¿Qué quieres decir?

- Tienes la cara y los brazos llenos de pintura.

Joaquín corrió a mirarse en un espejo y efectivamente tenía la cara llena de pintura.

- Niko definitivamente me va a matar.

- Sube y báñate... de todas maneras vamos a llegar tarde.

Joaquín fue a su cuarto, dejando a Emilio solo en el estudio, sonrió al ver el cuadro que el estaba pintando: era un retrato de su hijo Alex.

Entonces un sonido atrajo su atención: era el sonido del agua cayendo. Sonrió pícaramente y decidió que Niko se podría enojar con él por hacer que Joaquín lo dejara plantado.

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Una ráfaga de aire frio erizó la piel de Joaquín , al girarse se encontró con Emilio completamente desnudo ante el.

- ¿Qué haces, Emilio?

- Se me ocurrió que si ya vamos a llegar tarde... pues ya para que ir.

- Niko nos va a matar.

- ¿Y qué? Estamos recién casados, se nos perdona.

- Nos casamos hace dos años, Emilio.

- ¿Y? Yo sigo igual de enamorado - lo besó robándole la respiración - además, como podría resistirme a la idea de tomar un baño contigo.

- Es me especialidad: seducir caballeros.

Dicho esto se besaron, mientras el agua corría por sus cuerpos y el calor inundaba el baño.

Fin