capitulo 22

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-¿Que quiere?- pregunto Andrés enojado.

Emilio miro al hombre que acababa de abrirle la puerta. Era más bajo que el, lo recorrió con la mira sin decir una palabra.

Cómo no respondió su pregunta Andrés se imaciento.

-Si no quiere nada, entonces hasta luego.

- Iba a cerrarle la puerta en la cara pero Emilio lo detuvo.

-¿Quien es usted?- preguntó.

-El dueño de esta casa y....

-¡Emilio!- la voz de Joaquín le robó la atención de Emilio a Andrés pero después Joaquín se dirigió a este último.

-Andrés vete de aquí, no eres bienvenido.

Al escuchar el nombre del hombre que estaba en la casa de Joaquín, Emilio dejo de mirarlo para regresar su atención a Andrés.

-¿Vino a disculparte con Joaquín?- pregunto Emilio.

-Andrés, vete de aqui- volvió a pedir Joaquín.

-¡Cállate Joaquín!- le gritó Andrés pero antes que pudiera decir algo más, Emilio lo agarro de las solapas de la camisa y arremetió con el hacía la pared.

-¿Que?- fue lo único alcanzo a decir Andrés.

- Discúlpate

-Perdón.... Joaquín- dijo a regañadientes y Emilio lo soltó. Andrés cayó al piso.

-Sal de aqui- le dijo Emilio a Andrés- antes de que te saque yo con mis propias manos.

-¡Está es mi casa!

-No, está es la casa de Joaquín y no quiero verlo de nuevo aquí o cerca de él porque de lo contrario hare que lo metan a la cárcel por acoso- declaró Emilio.

-No puedes hacer eso- alego Andrés.

-Si, si puedo y lo voy a hacer si lo vuelvo a ver cerca de Joaquín- le advirtió.

-¿Estas bien? ¿Te hizo algo?-No, estoy bien- contesto Joaquín sintiéndose  mejor por estar entre sus brazos.

Habría sido un momento perfecto de no ser porque justo cuando me lo iba a besar Nic se aclaró la garganta los dos lo miraron sorprendidos pues lo habían olvidado por completo.

-Bueno, Joaquín ya que estás en buenas manos, me voy- agarro sus cosas y se dirigió a la puerta. -Espero que pases un buen fin de semana.

Cerró la puerta y Joaquín y Emilio se quedaron en silencio absoluto.

-Emi......

-Si no quieres que nos vayamos de viaje- dijo adelantándose a lo que pensaba que le diría Joaquín

-no importa, podemos quedarnos aquí si eso es lo que quieres.

-¿Que? ¿Cancelar el viaje?Emilio asintió

-No, yo solo quería darte las gracias por lo que acabas de hacer, por defenderme.

-Haria lo que fuera por ti.

-¿De verdad?- pregunto Joaquín con una luz especial en los ojos.

-Si- le contesto Emilio dándole un corto beso en los labios.

-Entonces vámonos ya.

Emilio no tardó ni dos segundos en acceder a la propuesta de Joaquín de seguir adelante con el viaje metió las maletas en la cajuela del coche y enseguida salieron rumbo a cuernavaca.

¿Seguro que estás bien?- pregunto Emilio mirando fijamente la carretera.Joaquín salió para mirarlo y él también lo miró.

-si estoy bien no te preocupes.

Bueno, en una carretera y nunca iba a 100 km por hora Joaquín no iba a poder evitar que hablará con él. -¿Y por qué estás tan callado?

-¿De qué quieres hablar?- sabía a qué se refería pero no quería tocar el tema de Andrés.

-De ti, quiero que hablemos de ti, Joaquín.

-¿De mi? ¿Pero porque de mi? Podemos hablar del clima.. del paisaje ...- intento desviar el tema.

-¿Que te dijo el tal Andrés? Decidió que lo mejor era ir directo al grano y lo miro.

-¿Andrés? Nada... Deberias de ver el camino en lugar de verme a mi, vamos a chocar.

-¿Todavía lo quieres? - hacer esa pregunta le dolió un poco.-No, claro que no.

-Pero la seguridad con la que Joaquín le contesto le hizo sentir un poco mejor.

-¿Porque piensas eso?- pregunto Joaquín extrañado.

-No se.... Es que hablas como si te doliera mucho lo que te hizo.

-Me dolió lo que me hizo Emilio, me mintió, uso y se robó mis pinturas claro que me dolió lo que me hizo. Pero lo que más me molesta es que hombre ni siquiera tiene la desencia de pedir perdón, regresa a mi vida como.... Cómo...- estaba tan enfadado que no sabía cómo describir la situación.

-¿Ves? A eso es a lo que me refiero. Hablas como si no pudieras soportar lo que te hizo, como que lo esperabas de todo el mundo menos de él.

-Pues, era la última persona de quién me esperaba algo así.

Estaba tan enojado conmigo mismo cuando me di cuenta de la clase de persona que era me sentí tan idiota.

-No digas eso- le dijo con mucha ternura-, porque no lo eres.

-Se robo mis pinturas, mi trabajo, mi esfuerzo. Y el lo sabe sabía que era lo que yo más preciaba en el mundo.

-¿Te hizo daño?- pregunto el con cautela.

-Me dió en el orgullo todavía me preguntó cómo no ví el ser mentiroso y despreciable que era.

Ya te lo dije una vez, las pinturas eran malas solo quiero que cada quien reciba lo que merece.

-Entonces no te preocupes- dijo entrelazando sus dedos con los de Joaquín.

-yo le voy a encargar de que ese tipo se arrepienta de haberse encontrado en tu camino.

-No voy a dejar que te vuelva a lastimar en ningún sentido.
La amenaza hacía Andrés lo hizo sonreír.

-¿Me defenderias de él?

-De el y de cualquiera que intentará lastimarte- le dijo volviendo a verlo pero esta vez con una sonrisa en sus labios y volvió la vista la carretera.

Joaquín se estiró un poco en su asiento, se acercó a el y le dió un beso en la mejilla.

-Si vuelves a hacer eso- dijo con voz sería -vamos a chocar.

-¿Por qué?- pregunto sorprendido por su reacción.

-Tus besos me distraen- le dijo cuando volvió a mirarlo y le sonrió.

Seduciendo a un Caballero (adaptación) EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora