[ 🥀 ]
Jamás tuvo tantas
ganas de morir
como ahora.
Ojalá en otra línea
temporal del tiempo,
pueda acariciar
tus suaves cabellos,
pueda escuchar tu suave risa
y que por fi...
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Pasado. Una hora antes del hospital.
—Sonic... no me siento bien.
—¿Quieres que vayamos al hospital? Tal vez sean por las vómitos del embarazo, Ames. A penas estás en el tercer mes, es normal sentir nuevas cosas —menciono mientras acariciaba el suave cabello de ella sentada a su lado.
—No... no creo que sea eso —dijo mordiendo sus uñas— o... tal vez tengas razón. Soy muy quejambrosa.
—No te preocupes —aparto su flequillo y besó su frente— verás que todo terminará pronto.
—Eso espero. Es horrible sentir eso.
—Solo es vómito, linda.
—... sí.
Suspiró y miró hacia el baño, tenía que recoger la ropa, plancharla y después ordenarla una por una, también tenía que colgarla en el patio trasero y volver a lavar más ropa.
Dios, ¿Por qué no había comprado una secadora? Así se demoraría menos en ordenar los vestidos de Amy y pasaría más tiempo con ella.
—Bien, descansa. Voy a organizar tu ropa para que te sientas cómoda.
—¡Sonic! —tomo su brazo antes que se fuera— perdón yo... solo quería decirte que te amo; y-y... Quería preguntarte, si la promesa en que me amarías para siempre seguía en pie.
Bajo su mirada con pena. Realmente sonaba controlador.
—Ames, linda. Siempre te voy a querer. Mañana, tarde y noche. Siempre te escogeré a ti.
—¿En serio?
Sonrió y se acercó.
—En serio —beso sus labios y después se encaminó a la puerta de su habitación— descansa, duerme un rato, tal vez se te quiten las ganas de vomitar así. Otra cosa, no hagas nada de esfuerzo, yo me encargo de organizar nuestra casa estos meses.
—No prometo nada.
—Amy, hablo en serio. No te haz sentido bien los últimos días.
—Bien, ve. Me quedare aquí.
Sonic tomo el picaporte y le mando un beso desde lo aires para después cerrar la puerta de su habitación.
Realmente se sentía como un loco enamorado, esa mujer lo tenía a sus pies. Era tan hermosa, tan divina, ¡una reina! Qué más podría pedir, realmente estaba siendo tan feliz, y el pequeñuelo que venía en la pancita de su mamá, le hizo darse cuenta que todo lo que vivió realmente había valido la pena seguir en este mundo a pesar de todo.
Sonrió a sus adentros, realmente estaba siendo feliz.
—But I Can'thelpfallingin love withyou... —sin darse cuenta había puesto la canción en su teléfono mientras sacaba la ropa para empezar a colgarla.