𝐑𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐅𝐎𝐑 𝐌𝐘 𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐒𝐎𝐍𝐈𝐂

capítulo treintaiuno

— ¿Qué haz... qué haz hecho qué? —de sus labios apenas y podían salir escasos susurros por el miedo que ahora lo opaca.

No quería aceptar algo tan horrible como eso, se negaba a creer que alguien como él, héroe de todos, podía hacer algo como eso.

—Por favor, amigo... yo... En serio no quería-

Vio cómo se levantaba y como lentamente se notaba las maracas en su cuerpo: Cicatrices, moretones, su cara tan cansada parecía desfigurarse, casi amarillo, casi sin vida.

Carajo.

— N-no te me acerques, Sonic. H-hablo en serio, por favor.

— Amigo por favor —sus ojos se contrajeron y su cabeza estalló. Otra vez iba a llorar— P-por favor amigo... eres la única persona que me queda por favor no me dejes.

Casi como favor se oía como súplica. Estaba tan desesperado. No quería quedarse solo, no otra vez, no otra vez.

— S-Sonic de verdad... solo...

— Por favor.

Lo miró a los ojos y sintió como su corazón crujía por darle una mano para ayudarle, pero algo como eso, le cegaba la vista y le cerraba la mente para bloquear su cuerpo.

Instinto de supervivencia, tal vez, ¿o estaba en shock después de lo que dijo? Podría ser eso.

Tanto él como su mayor sentían miedo, y para empeorar todo de la misma persona.

Ya no lo soportaba más, iba a caer tarde o temprano en aquel acto desesperado acto de quitarse la vida él mismo. Decirle a Dios de esa manera: lo siento, no puedo más con esto.

Tuvo escalofrío y las ideas se cerraron. Cómo pudo haber sido tan tonto. Era obvio que su pequeño amigo le tenía miedo, ya no podía ni siquiera acercarse sin que él se alejara.

Las manos se hicieron frías y sintió delgados filos de sudor atravesar su cuello. Sintió también como la cabeza le daba vueltas, se sentía tan extraño, como si quisiera irse de ahí y estar en su casa.

La pena no lo dejaba, cómo mirarle a los ojos ahora y pedirle perdón a la persona que no tenía nada que ver. Quería desaparecer, quería irse de ese mundo e iniciar otro con el final que él quiera.

— Yo... de verdad... —intentó cerrar su boca antes de que un estallido de sentimientos salieran. Estaba tan asustado, no sabía que decir o hacer pero sabía lo que pensaba. Sabia lo que iban a decir y aún así se negaba a no ver otra realidad— intenté superar esto muchas veces pero... simplemente no pude. Soy un cobarde, un inútil bueno para nada.

Dio unos pasos hacia atrás, casi tocando el sillón apartándose de su amigo para darle seguridad.

— Es solo que... no puedo confiar en nadie más, Tails. Me mienten, lo sé. Amy lo hace, aquellas personas del hospital todos ellos... lo... lo hacen simplemente me quieren ver la cara de idiota y... y-y no sé qué hacer. No sé qué hacer.