capítulo veintidós

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La manera en la que a veces siento como se me va la vida es

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La manera en la que a veces siento como se me va la vida es... desesperante. Cuando estaba en la etapa de mi adolescencia, creía que todo era como los libros que leía, amores, salida con amigos y tener una buena vida. Lo malo fue que cuando llegué a ella, en realidad lo que iba a empezar serían etapas que matarían.

A veces siento la posibilidad de ahogarme con lo que sobre pienso, cómo lo que hago y en cómo actúo. Es realmente ridículo pensar que incluso mi forma de ser es asquerosa.

Me sentía tan cansado de todo esto. Me dolía pensar que algún día realmente no sería feliz y lo único que podía tener, era un amor poco correspondido.

No lo malentiendas, Amy es una de las cosas que mejor he tenido en la vida y es una de las que más han durado. Pero todo tiene su fin, y tal vez con su tiempo, yo haga aquella acción para terminar con ésto.

Porque estaba cansado de vivir. Ya era suficiente.

Digamos que, como ejemplo te pongo lo que estoy haciendo ahora. Veía, la pantalla del teléfono de Amy, tenía como fondo de esta una fotografía que nos habíamos tomado hace años con los chicos.

Había sido en mi cumpleaños, solo aquel día, la había pasado con un poco más de ánimo que los demás. Tails, Knuckles y Amy me habían llevado un pastel con muchas velas de colores.

Y con mucha gracia te cuento ahora, que en el sillón reposaban los peluches que supuestamente ese día iban a hacerme "compañía".

Lo que hacía era tonto, pero estaba bien.

Sólo pensé bien las cosas, después de todo eso, ellos aún estaban a mi lado tratando de apoyarme en lo que fuera. Amy me... me amaba y ella misma me lo había dicho sin que yo tuviera que confirmar por boca de algunas personas demás.

Tomé aire ignorando el nombre de la persona que había escrito y la borré de la barra de notificaciones. Después de todo, era la privacidad de Amy, no tenía derecho sobre ello y además, si ella supiera que ando mirando cosas en las que no me nombrar se enojaría.

Sé que ella no esconde nada, pero aún así le gusta mantener sus cosas guardadas.

Terminé ignorando el tema y dejé el aparato a un lado. Me volteé quedando a alcanzar a ver su rostro ya dormido. Con la poca luz que atravesaba la ventana, podía ver sus mejillas menos rojas que antes. Las tomé con delicadeza y solté una risa poco audible para que no despertara y  cuando noté que ya no hacía muecas demostrando que le dolían, fue cuando supe que ya se estaba aliviando del dolor.

Le acaricié y le despoje los cabellos a un lado para que no le estorbaran en el rostro.

Bajé con mucho cuidado mi cuerpo para que mi frente pudiera estar alineada con la de ella. Le di un beso en esta, y tomé sus manos con cuidado para poder entrelazarlas.

—Te prometo que todo saldrá bien, Ames —le di un beso en las manos— prometo que estarás bien.

Terminé por arroparla mejor y abrazarla para poder darle un poco más de calor. Sí, estaba mareado y mi vista era nublada por el alcohol que hace un rato me había bebido, pero admito que a pesar de todo esto, podía observar lo vulnerable que Amy aún se veía.

𝐑𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐅𝐎𝐑 𝐌𝐘 𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐒𝐎𝐍𝐈𝐂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora