𝐑𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐅𝐎𝐑 𝐌𝐘 𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐒𝐎𝐍𝐈𝐂

capítulo trece

Se había quedado unos segundos pensando si contestar o no el teléfono.

Al final trago en secó y preparó sus manos por si alguna sorpresa lo esperaba. ¿Del hospital? No, no lo creía. Ya había hablado con ese hombre y le había dicho que solo necesitaba pagar la deuda.

Sólo eso, sólo eso.

O tal vez Scourge, que esperaba por los cielos que le dijera que iba a venir por la pequeña bolsita de blanco que había dejado (y que con mucho empeño el azulado) se había encargado muy bien de esconderla en la cocina.

Sí, otra opción.

Tomó el teléfono entre sus manos y lo acercó a una distancia considerable a la cual pudiera escuchar bien. Tragó en seco y contestó la llamada. No dijo nada hasta que la persona del otro lado de la línea hablara.

Tal vez unos segundos habían pasado, cuando casi da un salto del pequeño susto que había tenido.

—¡Hola! ¡¿Hola?! ¡¿Es el teléfono de Sonic?!

—Que... —alcanzó a decir, mientras procesaba la voz del otro lado.

—¡Idiota dame eso! ¡Se suponía que yo hablaría primero! ¡¿Qué tal si Scourge nos dió el número mal?! ¡¿No lo pensaste?!

¡¿Scourge?!

—Ah... espera. Tu eres el menor de todos. ¿Por qué tienes que hablar tú primero?

—...Porque sí.

Colgó el teléfono antes de seguir escuchando la pequeña discusión sin sentido que esas personas estaban teniendo. Giró un par de veces la cabeza en forma de negar lo que había pasado y volvió a poner el teléfono en la pequeña mesa.

De nuevo. Otra vez estaba sonando.

Contestó.

—Dios que vergüenza —se escuchó la voz de una persona (más decente y menos ruidosa que la otra)— ¡Hola buenos días señor o señora! Quería saber si éste es el número de Sonic The Hedgehog, es que estamos buscando a  un amigo.

—Mierda...

—¿Disculpe? No le escuché.

Alejó el teléfono de golpe de a un costado de su cabeza y puso su mano libre en su boca tratando de ahogar un grito de... ¿emoción? ¿susto? Saberlo con certeza era imposible.