capítulo nueve.

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Cuando terminó de contar lo que había pasado, dejó de revolver su café para después tomar un trago

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Cuando terminó de contar lo que había pasado, dejó de revolver su café para después tomar un trago. Ella lo miraba con pesar, mientras seguía sentada frente a él.

—Lamento lo que le pasó a la señorita Rose.

—Esta bien, Señora Blanca —jugo con sus dedos— supongo que era algo de esperarse. Después de todo, no me fiaba de él después de lo que pasó.

Ella miró sus manos confundida.

—¿Puedo preguntar cómo perdió a su bebé?

Él sintió el frío correr por su espalda al escucharla. Levemente sacó un suspiro, mientras volvía su vista a la mesa.

—Mi novia... ella... —trago saliva— siempre ha estado enferma. Desde la adolescencia sufre dolores de cabeza y pocas veces también desmayos. 

Lo escuchó atentamente.

—Los doctores nos decían que era porque solía sufrir de estrés, aunque siendo sincero ella es la persona más calmada que he conocido —ambos rieron levemente— en fin, después de un tiempo ella se recuperó de todos los malestares que tenía.

—¿Y después?

—... No lo sé —agarro su cabeza— simplemente después de quedar embarazada enfermó.

—Cuanto lamento oír eso.

—No se preocupe —le regaló una sonrisa— ese doctor... Bob —menciono su nombre con asco—  la revisó y me dijo que fue producido por un golpe.

—¿Un golpe?

—Si. Cuando llegamos al hospital revisaron su... ya sabe —miro al otro con un tenue rojo en sus mejillas— estaba lastimada en su parte íntima. Lo que es raro, siendo sincero.

—Que extraño.

—Demasiado. Quise conseguir otro doctor para que me confirmara lo que pasaba, aunque... no me dejaron.

—Ay, joven Sonic —la mujer tomó un suspiro tratando de asimilar lo que el erizo le había dicho— realmente lamento lo que pasó. Estoy segura que si lo hubiera conocido en ese tiempo, las cosas serían distintas.

—Jaja, no se preocupe. Como le dije, no me fío en las palabras de ese hombre.

—Si...

Alzó su mirada verdosa y vio a la chica que hace meses estaba en una camilla por un aborto que ella misma se había producido.

Suspiro de nuevo, tratando de calmarse.

—La chica que hace meses usted me mencionó... —la señaló disimuladamente— ¿Está bien?

La señora Blanca volteó un poco su mirada hacia la chica y la observó como revisaba una revista esperando a ser atendida.

—Otra vez.

𝐑𝐎𝐒𝐄𝐒 𝐅𝐎𝐑 𝐌𝐘 𝐃𝐄𝐀𝐑 𝐒𝐎𝐍𝐈𝐂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora