Muerte al Príncipe de Dinamarca

Capítulo 11

Upper West Side, 222 de la calle 83 Oeste.

Departamento de Harlan van Dann.

Miércoles 8 de abril de 2020.

Temprano por la mañana, Orion y Hestia salieron de la jefatura para ir al departamento de Harlan van Dann. Optaron por primero ir a hablar con él antes de entrevistar al elenco entero en el teatro.

—Hey, ¿desayunaste algo? — le preguntó Hestia.

—No suelo desayunar seguido... simplemente tomo café.

—Es la comida más importante del día —su compañera sacó de su bolso un sándwich de jamón envuelto—. Toma, te compartiré la mitad.

Orion apartó la mirada del camino para mirarla y negó con la cabeza.

—Descuida, no tengo hambre. Además, es tu desayuno.

—Tómalo sin protestar, anda.

El detective suspiró y agarró la mitad del sándwich. La primera mordida le abrió el apetito y se lo comió en un santiamén. Hestia sonrió de lado y le dio un golpe en el brazo.

—¿No que no tenías hambre?

Orion sonrió de lado y se encogió de hombros, sosteniendo el volante con una mano.

—Estaba rico. Gracias por compartirlo conmigo.

—Soy buena cocinera —dijo orgullosa—, y de nada.

Hestia lo cuestionó sobre sus dotes culinarios y lo que se cocinaba en casa, pero no encontró mucha información, pues Orion le dijo con vergüenza que no sabe cocinar, y que cuando lo intenta, todo le sale mal. Su compañera se rió de él y Orion se enfurruñó con ella el resto del camino. Siente que lo molestará de ahora en adelante recordándole que no sabe cocinar.

Arribaron al edificio donde vive Harlan van Dann. Según la información que les proporcionó Thompson, el actor vive en el último piso. Los detectives se bajaron del auto de Orion y entraron al edificio, identificándose como policías.

Subieron al piso donde vive Van Dann. Orion tiene curiosidad por saber cómo es él, pues su hermana parece estar muy enamorada del sujeto. Hestia tocó el timbre del departamento y esperaron.

Orion no se esperaba para nada ver a la persona que abrió la puerta.

—¡Orion!

Catherine Frye estaba sonriente mirando a su hermano menor. El detective observó el atuendo de su hermana; solamente llevaba puesta una bata de seda. «No puedo creerlo...»

—Hola Cate... ¿está Harlan van Dann? — preguntó incómodo y frotando su nuca. Hestia lo miró de reojo.

—Sí —Catherine miró rápidamente a Hestia—. ¿Ocurre algo?

—Venimos a hacerle unas preguntas —intervino la detective al ver que Orion se quedó callado—. Mucho gusto, soy Hestia Rees, compañera de Orion.

Las dos mujeres se estrecharon de las manos. Catherine los dejó pasar y fue a una habitación para avisarle a Harlan. Hestia observó el lugar; era pequeño y no tan lujoso como el departamento de Federico Nóbile, pero tenía su encanto. Observó a su compañero, quien parecía turbado.

—¿Estás bien?

Orion asintió y le restó importancia con la mano.

—Solamente no esperaba encontrarme a mi hermana en el departamento de Van Dann... ha sido incómodo...