Capítulo 13

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285 de la calle 110 oeste, Frederick Douglas Circle,

Miércoles 8 de abril de 2020.

Orion manejó hacia el norte de Central Park, al edificio donde vive Margaret Evans. Los dos comentaban sobre las entrevistas que realizaron a todos los actores, llegando a la conclusión que Archie era un tipo complicado pero inofensivo, y que su único aparente enemigo era Harlan van Dann.

—El que hizo esto debe odiarlo mucho.

—A mi me suena que fue por rencor o venganza—comentó Hestia—. Como tu dices, debió hacer que alguien lo odiara mucho como para envenenarlo.

Llegaron a Frederick Douglas Circle y se bajaron del auto. Entraron al edificio Circa Central Park, se identificaron en la recepción. El hombre que estaba ahí se mostraba renuente a dejarlos entrar, pero Orion le dijo que era de suma importancia hablar con la señorita Evans para un caso de homicidio.

Caminaron por el pasillo hacia el departamento 18. Los detectives observaban la decoración; Orion no se dio cuenta que por las escaleras subía una mujer. Chocó con ella y se detuvo en seco.

—Discúlpeme... no la vi. — le dijo apartándose.

La mujer era bajita, más que Hestia, aunque tenía un porte elegante y era hermosa. El cuello largo y un pecho generoso. Llevaba puesto un conjunto deportivo que favorecía su figura. Miró al detective con una sonrisa coqueta y le restó importancia con la mano.

—Descuide.

Hestia rodó los ojos al notar que Orion se quedó mirándola anonadado cuando se alejaba por el pasillo. La detective se le adelantó y alcanzó a la mujer.

—Disculpe —la mujer volteó sobre su hombro—, ¿de casualidad usted es la señorita Margaret Evans?

Sorprendida y complacida de que la reconocieran, Margaret asintió.

—La misma.

Después de presentarse y decirle el motivo de su visita, los detectives entraron al departamento de Margaret Evans, el cual estaba decorado con cuadros discretos y no tan coloridos. Las paredes eran color crema y se veían recién pintadas. El ventanal hacia la ciudad era agradable, con una terraza afuera para disfrutar de las vistas. Sobre el mueble de la televisión, había una foto de la silueta de una bailarina.

—¿Es usted? — preguntó Hestia con curiosidad.

La mujer asintió y se quitó la chaqueta deportiva, dejándola sobre la silla.

—Por favor, siéntense.

Orion y su compañera se sentaron en el sillón, el primero sacó su libreta y observó a Margaret sentarse frente a ellos, cruzando una pierna sobre la otra.

—¿Cómo puedo ayudarlos?

—Estamos investigando el caso de Archie Cameron —explicó Orion—. Imagino que ya debe saber lo que pasó con el actor.

—Sí, lo conocía.

—Es por eso que deseamos hacerle unas preguntas. Averiguamos que usted era conocida del señor Cameron. ¿Qué tipo de relación tenían?

Margaret sonrió. A Orion le dio escalofríos esa sonrisa. No porque la mujer fuera una belleza; le daba la sensación de que sabía a dónde querían llegar. Era una mueca fría y sin emoción.

—Era mi amante.

Hestia y Orion se miraron. Ya sabían esa información, pero no esperaban que lo dijera tan tranquilamente.

Muerte al Príncipe de DinamarcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora