Afuera de la tienda, Hestia recibió una llamada de su compañero.
—¿Cómo te fue?
—Efectivamente, alguien compró un ejemplar de la planta recientemente. Según la mujer, fue un hombre de mediana edad.
—¿Te dio su descripción?
—Orion, la dueña de la tienda es ciega.
Su compañero se quedó callado por un momento.
—Bueno... eso complica las cosas.
—Podemos seguir a partir de esto. Ahora sabemos que probablemente haya sido un hombre.
—Está bien. ¿Nos vemos en la estación?
Orion le narró a su compañera que en el departamento de Archie Cameron no había nada más que los pudiera ayudar con su investigación. No había ni una planta de decoración en esa casa.
—Eso nos indica que...
—Tal vez y sí lo hayan asesinado. — completó Orion.
Hestia se frotó los ojos y suspiró. Miró hacia la oficina de Thompson. No lo conoce mucho, pero por cómo se expresa Orion de él, puede saber que es un hombre especial. Querrá llevar esto de manera discreta, como le dijo cuando recién llegó a la estación hace dos días.
—No podemos hacer movimientos precipitados —habló Orion, recargando los brazos sobre la mesa—. Eso nos lleva a que debemos pensar bien a quién investigaremos. Nuestra lista se reduce a un solo hombre por el momento: Harlan van Dann. Tal vez no sea el hombre que aparenta y sí lo haya asesinado, pero hay otros hombres en la compañía que pudieron tener algún problema con Cameron.
—No lo sé Orion... no creo que Van Dann sea de los que busquen venganza, a pesar de que él y su ex esposa eran amantes —comentó Hestia—. Además, ¿por qué lo haría después de dos años de que se separó de Margaret Evans?
—Tal vez y Cameron se lo recordaba cada cuanto podía. Tal vez no le haya sido agradable recordar todos los días que un compañero de trabajo fue con quien su esposa lo engañaba.
Hestia alzó una ceja.
—Recuerda lo que dijo la señorita Evans. Van Dann tampoco es un santo.
Orion frotó su cara con la mano.
—Lo sé... lo sé —miró hacia la computadora, pensativo y con el ceño fruncido—. Se nos está escapando algo.
—Lo descubriremos. Por ahora, propongo que nos informemos más sobre la planta. Anochecerá pronto y se nos acaban las ideas. Mañana será otro día para decidir cómo proceder. ¿Te parece?
El detective miró a su compañera. Sonrió de lado y asintió. Su optimismo le alivia de cierta forma, pues él a veces llega a abrumarse con sus casos y no sabe cómo proceder. Agradece que Isabel haya hablado con Thompson para que le asignaran un compañero. Después de estar un tiempo solo, no tiene que depender de sí mismo de nuevo; puede confiar en alguien que es capaz como Hestia Rees.
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Muerte al Príncipe de Dinamarca
Misteri / Thriller"¡Muerte al Príncipe de Dinamarca! Que este heraldo anuncie el final del hombre, que por la ponzoña de mi hoja será enterrado" Broadway se viste de luto al perder a uno de sus actores más queridos. Archie Cameron, un actor aclamado por el público y...