Catherine Frye esperaba afuera de la cárcel de Rikers a Harlan van Dann. Después del juicio, fue a pagar inmediatamente la fianza de su novio, que aunque fue mucho dinero, no le importó, pues no quería que él se quedara solo en ese lugar.
Harlan apareció cuando las rejas se abrieron. Catherine alzó el brazo con una sonrisa y su novio comenzó a correr hacia ella. Se abrazaron y besaron.
—Por Dios... gracias... te lo pagaré de alguna manera...
—Sshh, no te preocupes por eso ahora. — le dijo acariciando su mejilla.
—Lamento haberte hecho pasar por esto.
Los dos se fueron de ahí y se subieron al auto de Catherine para regresar a su casa. Harlan tuvo que entregar su pasaporte para evitar que huya de la ciudad, aunque no le importó mucho, pues no tendría porqué huir.
—Cate... —ella lo miró—. Yo no lo hice.
—Lo sé. Te creo.
—No sé qué hacer para convencer a tu hermano...
—Orion sabrá qué hacer. No puede dejar que te encierren de por vida.
Al notar el tono enojado en la voz de Catherine, Harlan decidió mantenerse callado durante el resto del camino. Casi nunca ve enojada a su novia, pero sabe que cuando está así, tiende a ser un poco más agresiva. Intuye que esta enojada con su hermano por lo que pasó. Él se siente mal por haberle pegado a Orion. Acepta que actuó por impulso y que pudo haberlo controlado, pero que lo acusaran de asesino lo sacó de sus casillas. Él se considera alguien honrado que nunca haría daño a nadie. No es un santo en su vida, pero matar ni siquiera se le pasaría por la cabeza. Espera que todo se arregle. No quiere que su vida se arruine por eso.
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Muerte al Príncipe de Dinamarca
Mystery / Thriller"¡Muerte al Príncipe de Dinamarca! Que este heraldo anuncie el final del hombre, que por la ponzoña de mi hoja será enterrado" Broadway se viste de luto al perder a uno de sus actores más queridos. Archie Cameron, un actor aclamado por el público y...