Nubes...
Nubes...
Estoy en las nubes.Una luz llega a mis ojos causando que me despierte del sueño más cómodo que he tenido nunca.
Espera, ¿qué hora es?
Mierda. Dormí demasiado. Llego tarde, súper tarde.
Iba a levantarme pero siento dos pesos a lo largo de mi cuerpo.
Leou tiene su mano en mi barriga, cosa que me avergüenza al instante y Teou en mi espalda baja. Ambos completamente dormidos. Que lástima tener que despertarlos. Por suerte antes de hacerlo reviso mi celular. Hay un mensaje de Ivo diciendo que tengo una semana libre, que después me lo explicaba.
¿Eh? Bueno, no me quejo. Mi jefe ha hablado así que vuelvo a mi cómodo sueño y coloco cada uno de mis brazos en cada uno de los gemelos a mis lados.
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Esta vez me despierto con un vacío en la cama y una notita en mi pecho.
"Salimos para acompañar a madre en algo que tenía que hacer. Hay comida para ti abajo. Tú gemelo favorito 💗"
No sé quién fue porque no tengo favoritos pero por la audacia del mensaje debe ser Leou.
Bajo con el cuerpo ligero por el descanso, salgo del -para mi- inusual piso de los amos que se extiende tanto como una casa, la inmensidad de este lugar nunca deja de asombrarme. La alfombra verde oscuro que hace un juego de color que es casi imposible no darse cuenta del lujo, arrastro mis dedos por la pared hasta las escaleras y desciendo.
Cuando llego a la cocina, está vacía y un plato de comida cubierto con una tapa de vidrio me espera, al parecer no hace mucho se fueron, la comida aún esta lo suficientemente caliente.
—Hija.—El susto casi hace que me atragante con el arroz en mi boca cuando escucho la voz de mi madre detrás de mi. Me volteo y la expresión en sus ojos dice suficiente.—No me sorprende verte comiendo.—Regreso mi vista al frente para voltear los ojos, ya me amargó la comida. Mastico rápidamente y trago. Ella expulsa un suspiro.—te estaba buscando hace mucho, no te encontraba ¿Dónde estabas?
Te juro que no durmiendo en la habitación de uno de los amos...
—¿Me buscaste en mi habitación?
—Obviamente.
—Por eso, estaba en otra habitación de huéspedes. Lo que pasa es que en estos días dejé mis cuadernos en esa habitación y cuando fui a buscarlos aproveché para dormir un rato, lo siento.
—Bueno, temía que estuvieras con ese amo pelirrojo, pero todo esta bien. Solo venia a verte ya que siempre vas tu a vernos todas las mañanas.
—Esta bien, me alegra verte sana.
—Si, ya me iré a dormir pero por favor, hija, reduce un poco tus comidas ¿si?. Lo digo por tu bien. Siempre te lo digo pero es porque te amo y...quiero que te vean como una mujer, y quiero que vean lo bella que eres, en el fondo. Te iba a preguntar por tus calificaciones pero...
...mi mente se desconecta, no da para mucho en estos momentos, las palabras de mi madre se repiten como un eco a lo lejos mientras solo en mi cabeza le respondo a todo lo que me está diciendo. No habia comido desde hace mucho, es mi cena, tengo derecho a disfrutarla. Según las bellas palabras de mi madre, no me veo como una mujer, tampoco soy bella, pero al menos lo soy en el fondo ¿cierto?.
—...te preguntaré mañana al respecto. Mira que cuando yo era joven, mi cintura medía...—continúa hablando.
Siento el bajón de emociones que siempre llega cuando estoy tan bien y luego mi madre me da con la punta de su zapato en la cara, quiero llorar justo ahora, pero no lo permitiré. Ya debería estar acostumbrada a sus palabras y a la de los demás, debo superarlo y seguir adelante. Necesito estar bien. Solo ignoraré sus palabras. Ya no suelo llorar cuando ella usa sus tipicas frases conmigo pero cuando son tantas veces, es como ponerle demasiado peso a una tabla de madera elevada, en cualquier momento puede romperse.
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Interesante cambio
RomanceCon la reciente pérdida del trabajo de su padre quedando al borde de la ruina, aparece un antiguo amigo de alta cuna de dicho padre que llega ofreciendo trabajo en su mansión, sin dudarlo los padres aceptan la propuesta como es completamente normal...