-Capitulo 35-

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Por primera vez desearía que hoy tuviera turno. Tendría algo más en qué pensar en vez de lo que ronda en mi cabeza, que es totalmente inútil.

Debería levantarme, desayunar y recuperar mi teléfono pero simplemente no puedo.

Mejor dicho, no quiero.

No sé quién está abajo y si me encuentro al pelirrojo descerebrado me arruinará mi día, pero tarde o temprano tengo que salir de mis sábanas, ya sea por mi cuenta o porque mi mamá me sacará de aquí a rastras a hacer alguna cosa.

Aún no puedo llegar a una conclusión sensata sobre la conversación que escuché anoche. Incluso estoy por concluir en que lo imaginé. Puede pasar.

Me siento en el colchón para poner un pie en el suelo para luego poner el otro. Es un avance.

Y ya sin siquiera pensarlo estoy bañada, vestida y lista para desayunar.

No puedo evitar arrastrar los pies pero llego a la planta baja a mi ritmo. Cuando me asomo a la cocina veo una espalda bien formada y muy ancha tentándome con la contracción de sus músculos al estar la mano del dueño de gloriosa espalda batiendo algo.

Uh.

Se gira y nuestras miradas chocan.

—Muñeca, buenos días. ¿Estabas disfrutando ver algo?

Sus bellos labios se curvan hacia arriba en una sonrisa malvada. Eso me distrae un poco del hecho de que está semidesnudo.

—Solo me vi atraída por el olor a comida.

—Entonces, ven. Desayuna conmigo. Los demás no han despertado y no creo que lo hagan pronto.

Avanzó y me siento en la isla.—¿Qué estás preparando?

—Bueno, estaba preparando un omellete con vegetales...no creo que esa idea te agrade.

Mi cara dice todo porque no espera confirmación.

—Así que terminó con eso y te hago unos panqueques.

—Está bien. Gracias.—le sonrío y el me guiña un ojo.

—Tú teléfono está en la mesa.

Cierto. A eso bajé principalmente pero, ya saben, distracciones.

Lo tomo y reviso los mensajes, no es que reciba muchos pero uno nunca sabe. Mitze, como siempre. Mi papá preguntando dónde estaba, mamá no me chateó así que todo bien pero cuando veo el último por abrir...lo tengo que ver dos veces para créemelo.

🗑️

Hola, Anastasia.
Seguramente ni siquiera abras este mensaje pero...

Y no lo hice. Archivar. Apagar. Paz mental.

Ni siquiera lo leeré. Tiene el descaro de siquiera enviarme un mensaje. No lo he eliminado o bloqueado solo por cuestiones del trabajo.

Luego de eso, el muñequito cocinero me sirvió el desayuno y estuvo igual de delicioso como en cualquier restaurante. Charlamos un rato sobre una serie que ha empezado recientemente mientras yo soporté las ganas de preguntarle sobre su aparente futuro matrimonio. No lo hice por temor a cualquier respuesta.



Se escucharon ruidos arriba y nos dimos cuenta que hablamos más de una hora. Ya los demás chicos se van a levantar.

— Gracias por el desayuno.—le di un beso a Calvin y corrí hacia arriba para prepararme para la escuela evitando cierta mano traviesa que quería tomarme de la muñeca, imagino que para algo más que un beso en la mejilla.

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⏰ Última actualización: Mar 11 ⏰

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