¥Capitulo 11¥

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Llegamos al lugar donde se iba a realizar el brindis ese. Una enorme mansión blanca con muchas luces y mesas, había techo y begonias por todos lados. Y muchos chicos lindos, no como los Ferau-Dumont pero eran lindos.

Las chicas al ver a dichos hermanos comenzaron a botar chillidos y a susurrar lo de siempre. Y cuando salí, era yo de quien susurraban ahora.

Pero sentí varias miradas de chicos y solo sonreí de una manera coqueta, vi que se acercaban unos tipos con cámaras asique iba a salir huyendo pero Adrien me tomó de la cintura y Ivo de la otra, los otros se pusieron a los lados obligandome a salir en la foto.

Sonreí y el flash me dejo ciega por unos segundos.

Nos dirigimos al centro de la actividad.

Aún seguía en el medio de todos los hermanos. Tenía a Calvin y a Ivo a la derecha y a Leou, Teou y Adrien a la izquierda, Bella Y Frederick iban delante.

—Los Ferau-Dumont.—Dijo un señor muy canoso y barrigón abriendo los brazos en modo de abrazo.—Sabía que no iban a fallarme.

—Presidente Noerg. Que alegría verlo.

Bella lo abrazo y Frederick le estrecho la mano.

—Como han crecido sus hijos. ¿Y esta bella señorita?—Preguntó el presidente besandome la mano.

Yo sonreí y respondí.

—Anastasia Feraud, un placer.

—Que bella dama.

—Muchas gracias.

Adrien apretó el agarre de mi cintura haciendo que Ivo hiciera lo mismo.

—Ella es la hija de un gran amigo de la familia, es como una hija para mí.

Los hermanos hicieron una cara de asco al escuchar lo de hija.

—¿Por qué sus caras ante el comentario?—mis inseguridades me gritaban que la causante de esas caras soy yo.

—Serias algo como nuestra hermana. No quisiera eso. Ew.—respondió Calvin.

—Es verdad.—concordó Adrien.

—P...¿Por qué les da asco?—pregunté. Calvin me miró extrañado para luego sonreír.

—A una hermana jamás podría hacerle lo que yo quiero hacerte.—susurró muy cerca para que ninguno escuchara.

A la madre...violémoslo.

¿Que tanto le dices?—Ivo miraba feo a Calvin.

—Solo respondo a su pregunta.

—Ah, es obvio. Verte a una hermana como yo te veo a ti...sería raro.—Ivo iba a comentar algo más pero fue interrumpido.

—Vayan a divertirse.—Dijo Bella.—sean jóvenes, yo solo hablare de aburridos negocios.—Hizo una cara cansada—Anastasia, ya sabes, cuidamelos.

—Como ordene.

Y desaparecieron en un montón de gente.

—Viejo pedófilo.—Exclamó Adrien al parecer enojado.

—Si, sin vergüenza.—Continuó Ivo.

—Me dijo que soy bella.—Presumí

—Algo que nosotros sabemos perfectamente, es más, la palabra hermosa no basta.—Dijo Adrien.

Awww, mi kokoro.

En ese momento una chica se me pareció conocida.

Y si, la conocía, era la chica con la que hablamos en el semáforo y estaba señalandome y a la vez susurrando algo.

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