Interesante cambio

„Capitulo 23„

Sabía que el día iba demasiado bien.

La semana termina con una buena noticia y una mala noticia.

La buena es que mis gemelos y yo expusimos nuestro trabajo y obtuvimos una A. Es un alivio salir de esa tarea.

Pero la mala es que adelantaron las "Semanas Infernales", así que ya no serán para finales de noviembre sino que serán para finales de octubre. Eso es porque al parecer nos iremos de excursión o una cosa parecida.

Por lo menos estaré libre para mi cumpleaños. El calendario de este colegio es demasiado extraño, cosa que aunque me ha beneficiado sigue siendo extraño.

Han pasado unos días desde que me desmoroné frente a Calvin, y a contrario de lo que yo pensé, nada se ha roto entre nosotros, incluso ayer mencionó algo sobre qué éramos amigos y eso alegró mi corazón por el resto del día.

Tengo amigos...y eso me emociona enormemente

Amigos que se besan pero eso es otro asunto que no resuelvo respecto a ellos. Las cosas aún están algo confusas pero no creo que sea malo. Mi teoría sigue presente, tal vez solo querían probarme o jugar conmigo al inicio. Sé que suena patético, pero con tal de que esa idea se esfume de las cabezas de ellos y logremos entablar por lo menos una amistad, soy feliz.

Cada vez que veo a Calvin me sonríe y mi corazón se siente liviano. Como si no tuviera nada que esconder de él, como si no tuvieras que ocultar lo que sientes. Con Ivo pasa algo similar, solo que con Ivo es como si no tuvieras que esconder tus deseos más oscuros.

No me había detenido a pensar mucho sobre Calvin, ni a detallarlo tampoco. Solo estaba consciente de que es una buena persona que toma mucho café pero estos últimos días ha bajado más seguido, hemos hablado más y aunque nuestras charlas se traten del día del otro, es relajante poder charlar sin que te esten viendo la barriga o mencionado lo medias que son tus calificaciones, como con mi madre.

En cuanto a los demas hermanos, Ivo esta algo molesto conmigo porque no he hecho tiempo para ver con el la ropa que me compró en nuestro paseo. Aunque no sé si llamarle a esa cantidad de cajas "solo ropa" sea justo. Me compró una tienda, joder, maldito loco. Bello y exquisito pero loco.

El sonido de un teléfono me trae de regreso de mis pensamientos.

—¿Aló? ¿Madre?.—era el de Leou. Estamos caminando hacia la limosina donde nos espera Alfred pero nos detenemos para que pueda contestar bien. Se aleja un poco de nosotros para poder hablar.—Si, así es. No. No queremos...pero madre, entonces para qué preguntas si harás lo que tú quieres al final...No. Ella no me cae bien, y sabes que al fin el tratamiento está funcionando y la ginefobia de Teou está mejorando y aún así insistes. Tengo que irme. Adios.

Finjo no haber escuchado y que no me importa porque creo que escuché algo que no debía. Solo me concentro en Teou quien me está mirando, la manera en la que lo está haciendo ha empezado a ser usual. Le tomo la mano mientras espero que Leou llegue hasta acá.

—¿Todo bien?—pregunta Teou.

—No tanto. Sigue insistiendo con que veamos a Frerie, aunque tenga ya 2 esposos y nos lleva como 4 años no parece importarle.

—Pensé que se había detenido. Insiste porque es la hija de su mejor amiga y de entre nosotros 5, el par más sencillo somos nosotros.—siento que aprieta mi mano en la suya y empiezan a sudarle.

—Debería intentar decirle a Ivo, seguro que lo hace pero ya veremos como Frerie anuncia sus divorcios días después.—Ambos rien y me uno a ellos porque veo a Ivo como un posible rompehogares.

—Aunque...—Teou me observa pero no de la misma manera que lo estaba haciendo hace unos momentos.

—Cierto.—Leou se le une y yo me empiezo a alertar por su ojos ahora llenos de malicia.