}Capitulo 16{

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—Espera.

Ahí te voy Diosito.

—Quédate.—¿Uh?.—Y cuéntame en verdad que hacías por aquí, aunque tenías razón con el café.—dijo lo último con una cansada risita.

Me doy la vuelta.—No sé de qué hablas...

—Siéntate ahí.—Me siento automáticamente en el asiento que me sañaló lateral al de él cosa que me permitió ver sus muchos libros y sobre qué eran: "Finanzas" "Negocios" "A un paso del éxito de una empresa" y más de ese tipo. Por ser el primogénito heredará muchas empresas, debe tener mucho peso sobre sus hombros.—.Dime a quién buscabas.

Preguntó otra vez mientras seguía escribiendo. Bueno, supongo que decir la verdad no es una mala idea.

—De hecho, a nadie. Acababa de terminar mis tareas y necesitaba estirar mis huesos y mi trasero, en serio me duele.—Me arrepiento al instante de lo que dije.

Anastasia Feraud, qué acabas de decir.

Veo el rostro de Calvin esperando alguna reacción de molestia ante mi falta de educación pero...

—Pfff...—se tapa la boca con su mano ahogando una carcajada.

Que alivio pero no me dejó ver su bella sonrisa.

Entonces hagámoslo reír más...

Te burlas de mi dolor, Ferau-Dumont, hablo en serio. No sé cómo soportan las personas de oficinas. Siento que ya no tengo guardafango.

Mi asqueroso chiste hizo que soltará una carcajada, tal vez tenga el mismo sentido del humor dañado que yo pero gracias a eso pude ver como una risa de formó en su cansado y hermoso rostro.—.Ay, me duele el abdomen. Yo tampoco sé cómo le hacen, Feraud. Y creo que tenemos el mismo dolor justo ahora.

Ahora fue mi turno de reír.

Cuando las risas cesaron acumulé el valor para profundizar un poco la conversación.

—¿Por qué estudias esto exactamente?

—Uhh, ¿curiosa?

—Mucho.

—Jeje, como sabes estudio Gestión de Empresas.—me responde con una palma en el brazo de su asiento.—Como mis padres, al menos una de sus carreras.

Hmmm.

—¿Te gusta?

—¿Qué cosa?

—Lo que estás estudiando.

—...Creo...que nunca me lo cuestioné...o alguien me lo preguntó pero de hecho me gusta, no me imagino haciendo algo más o algo que me apasioné más que esto pero...

—Pero...

Calvin volteó a verme y suspiró como si estuviera preparándose para decir algo.

—Yo-

ring ring ring

Sonó la campana especial de Adreana
que indicaba el cambio de turno.

—Diablos, debo trabajar. Te veo luego.—instintivamente y por costumbre le doy un beso en la mejilla.—Después seguimos hablando ¿vale?.

Salgo corriendo a cambiarme para poder iniciar mi turno rápido y no tengan que regañarme mientras en mi cabeza ronda aún la duda de lo que quería decir Calvin...

^•^•^•^•^•^

Hoy ninguno de ellos bajó de su habitación, espero que no se estén estresando demasiado...bueno, más de lo que ya están. Hoy no me tocaba hacer la cena ni llevársela así que no hice mucho, pero mi turno de extendía hasta aún muy a la noche por si alguno de los jóvenes amos quería algo, debido a eso aprovecho para ponerme a estudiar en la isla de la cocina. Al rato escucho unos pasos bajando las escaleras.

Interesante cambio Donde viven las historias. Descúbrelo ahora