Con las "Semanas Infernales" a la vuelta de la esquina los profesores del colegio cambiaron a un modo más estricto. Aunque para ellos "a la vuelta de la esquina" de hecho, sean tres meses y medio. Según ellos por la alta preparación que se merecen sus estudiantes. Se nota el alto nivel que este colegio posee.
Me encontraba en mi asiento junto a los gemelos discutiendo los problemas que la profesora de química había dejado.
—Ahh. No entiendo nada.—se quejó Leou.
—No es de extrañar que no entiendas nada si no prestas atención, hermano.—le respondió Teou quién era excelente para lo problemas.
Yo solo sonreí al ver que son tan diferentes que se complementan.
—Ya yo los resolví, gracias a la explicación de Teou. Déjame ver si logro ayudarte, Leou.—me acerqué un poco más a él. Antes, cuando vivía en mi vecindario anterior le daba clases a personas para tener un poco de dinero y le llegue dar clases a personas como Leou. No todos aprenden de la misma forma.
—Woow, no puedo creer que acabo de entender química por primera vez en mi vida. Gracias, Cerezita.
—No hay de que, solo págame con chocolates.
—Te pagaría hasta con mi cuerpo.
No puede evitar reírme a carcajadas mientras sentía la asesina mirada de mis compañeras de aula que de hecho han estado poniéndome de los nervios estas últimas semanas.
Al fin terminamos todos los problemas logrando adelantar tarea y tener tiempo libre en casa. De tanto estar sentada me dieron ganar de orinar.
—Niños, iré al baño.—le aviso a los gemelos. Ellos asienten.
—Te esperamos para irnos juntos con Alfred.
Me encuentro lavándome las manos después de usar el baño pero escucho muchos pasos agresivos acercándose. Puedo suponer de quienes son.
—Oye, tú.—habla una voz conocida que viene desde la entrada. Decido ignorar pues mi nombre no es "tú".
Me pongo en marcha a volver a reunirme con los chicos pero mis cuatro compañeras de clase me devuelven dentro del lugar.
—¿Te atreves a ignorarnos?
Mantengo mi rostro sereno. De hecho no les tengo miedo, confío en mis habilidades de defensa pero aún así es tedioso.
—¿Qué quieren?—respondo al fin.
—¡JA! A parte de gorda, desubicada. ¿Cómo es posible que alguien como tú haya logrado estar cerca de dioses como ellos?
Me coloco mi dedo índice en mi mejilla fingiendo pensar, estoy acostumbrada a que me digan gorda, es decir, no es mentira ni un insulto pero ellas lo usan como si lo fuera, al menos eso intentan.
—Supongo que está gorda hace buenas mamadas, nena.—le guiño un ojo y aprovechando que se ha quedado en piedra salgo casi corriendo de ahí. Me rio como loca internamente. No puedo creer que haya dicho eso.
Al entrar al salón choco con un par de pectorales. Obvio sé quién es.
—¿Nos vamos?.—sonrío.
Admito que ser cercana a estos chicos me ha traído problemas con los que lidiar pero todo lo compensa el sentimiento de calidez que inunda mi corazón al pensar que al fin tengo más amigos.
Amigos...
^•^•^•^•^•
Me encontraba en mi habitación terminando de hacer mis tareas pendientes mientras esperaba que iniciara mi turno en el trabajo.
Al terminar salí a estirar mis músculos después de tanto tiempo en mi escritorio.Decidí explorar un poco más pero ¿adonde?
Hmmm...
El piso de arriba.
Hermoso aporte, mente mía.
Solo he llegado hasta ahí cuando me toca limpiar las habitaciones. ¿Por qué no?
Subí las escaleras y puedo escuchar a cada hermano en su propio mundo, seguramente haciendo esto y aquello. Veamos qué logramos escuchar.Presto atención a las puertas y la primera es la de Adrien, está cerrada así que me acerco un poco más y solo escucho música en japonés seguramente haciendo tarea. Sabía que tenia buenos gustos.
La siguiente es la de Leou...no escucho nada. Tal vez se concentra mejor en silencio. Justo a su lado está la de Teou...escucho música instrumental, interesante.
Luego la de Ivo...creo que reconozco la canción que suena, es una de Nirvana, muy buena.
En verdad quisiera entrar y ver qué hacen pero no tenemos esa confianza aún, espero poder llegar a ella.Pero para otras cosas si ¿no?
Pues...supongo que es distinto. Ellos, lo más seguro es que solo quieran burlarse de mi pero ellos me agradan y yo si quiero lograr ser amiga de ellos, no aspiro a nada más y si sucede algo fuera de una relación de amistad, no es que me queje pero tampoco dejaré que se burlen de mi.
Llegamos a la puerta lateral a la de Ivo que al parecer está abierta, es la de Calvin. No se escucha nada pero puede que logre ver algo.
Es Calvin en su escritorio y muchos libros a su lado y...se está agarrando el pelo en una pose que dudo que sea porque lo relaje. Me quedo viendo un poco más.
Lo escucho suspirar y ver al techo mientras pone sus palmas en sus mejillas. Se ve muy estresado, lo mejor será que lo deje solo, dudo que quiera ver a una técnicamente extraña en un momento de estrés. Lo último que veo es a él tomando su taza de café y despacio decido retirarme hasta que...
—¿Anastasia?
Mierda.
Me doy la vuelta y lo veo en el umbral de la puerta con la taza en la mano.—¿Qué haces por aquí, buscabas a alguno?
¿Qué hago?
—Ehh, no. No, claro que no. Es que yo...tengo un sexto sentido ¿sabes? Y sentí qué tal vez querrías más café, sé lo mucho que te gusta.—respondo con un tono nervioso.—.Dame, te traeré más café.—.Agarré la taza de su mano sin siquiera verle la cara y salí corriendo de allí.
Anastasia, eres una idiota.
Llegó a la cocina y le preparó el café a Calvin como le gusta.
No puedo creer que terminé haciendo café, puede que esté enojado y no haya creído mi absurda historia, ugh.
Café listo, ahora a llevárselo. Llego enfrente de la entreabierta puerta de Calvin.—.Permiso.
—Pasa.—.Está otra vez sentado en su escritorio.
—Aquí tienes, que lo disfrutes.—.apurada a huir acelero mi paso.
—Espera.
Estoy muerta.
"Dices que puedo confiar en ti, que siempre me escucharás, que nunca te aburrirás, que siempre me amarás, que no te alejarás....pero, siquiera yo puedo hacer eso conmigo. Desconfío, me ignoro, me aburro, me odio y quisiera alejarme de mi propia mente..."
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Interesante cambio
RomanceCon la reciente pérdida del trabajo de su padre quedando al borde de la ruina, aparece un antiguo amigo de alta cuna de dicho padre que llega ofreciendo trabajo en su mansión, sin dudarlo los padres aceptan la propuesta como es completamente normal...