^Capitulo 2^

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Después de comer, Bella nos dio un tour por la casa para luego mostrar donde dormiríamos. Papá y mamá tenían su habitación en la planta baja y yo el mío en el segundo piso. Estaban muy lejos uno del otro. Bella dice que se me hará más fácil al trabajar pero la verdad no entiendo cómo. En el segundo piso no había nadie, solo yo, tenía un piso para mi sola pues las habitaciones de los señores de la casa están en el tercer piso.

Dejando eso de lado, mi habitación es muy hermosa y grande. Era la habitación de mis sueños. Al rato Bella me llevo el uniforme que tendría que usar al día siguiente, no sé qué decir, es que era muy lindo si, pero creo que era algo corto.

—Pruébatelo. Quiero ver cómo te queda.
—eso hice. Me lo probé y como me lo esperaba. Estaba un poco corto.

—¡Te queda perfecto!.—exclamó Bella con una opinión un poco distinta a la mía y antes de que pudiera discrepar me interrumpió.

— Pero...

— Bueno, mi esposo y yo nos vamos temprano con tus padres a terminar un papeleo en tu nueva escuela.—¿Nueva escuela?—..así que te quedarás a cargo de mis hijos y los de Frederick, todos están libres mañana por una actividad en la escuela y las mucamas porque les di el día libre. Quiero que aproveches mañana para adaptarte a mis hijos y demás. Pueden ser un poco difíciles a veces. Así que...¿sabes cocinar?

—Si.—respondí. Hablaba muy rápido y por lo que noto será imposible llevarle la contraria a esta mujer.

— Que alivio, les puedes dar desayuno si se levantan muy tarde y disculpa yo misma se los haría ante la ausencia de mis demás trabajadores pero tengo que hacer ese mandado, disculpa que te atareé tanto en tu primer día—Bueno...no puedo negarme a nada, señora.

— No se preocupe, me gusta cocinar.—respondí con una sonrisa. En verdad no me molestaba. Mientras más trabajo pueda hacer más satisfecha me sentiré pues puedo decir que me estoy "ganando" parte de todo esto.

—Perfecto entonces. Ya debo dormir. Hasta mañana que descanses y espero que puedas dormir con este ambiente tan nuevo para ti.

—No se preocupe por mi, más agradecida no puedo estar, Bella. En serio. Que descanse.— espere que subiera por las escaleras para al fin entrar a mi nueva habitación y tirarme en la cama que resultó ser tan cómoda que me quedé dormida.

Me levante por el sonido de unos pasos en las escaleras. Vi la hora y me asusté, era muy tarde y aún no me bañaba. Iba a usar le baño de mi cuarto pero era una tina y no había regadera así que tendré que usar el del pasillo esta vez.

Luego de desperezarme busque lo necesario para darme un baño, y me dirigí hacia la ducha. Pero al girar la manecilla me encuentro con unos perfectos abdominales...seguramente aún estoy dormida. Debe ser un sueño.

Así que sin preocupaciones bajé la vista a ver si tenía suerte, pero había una toalla y accidentalmente maldije en voz alta por no tener la dicha de ver lo que había más abajo.—Demonios.

—Disculpa...— escuche, al darme cuenta alce la mirada y vi que era Ivo. El caramelo. Al verlo me puse totalmente nerviosa.

¿Qué hace un desconocido en mis sueños?

Muy rápido retrocedí.—¿Q-Qué haces aquí?

—Bueno. Primero, es mi casa. Segundo, el baño de mi habitación le pasa algo y los demás están ocupados así que tuve que utilizar este. Pero veo que los cielos me guiaban esta noche.—respondió con ese tono que aparentemente siempre llevaba. Tan sensual.—y veo que lamentó no poder ver más allá de...

Lo empujé hacia un lado para lograr entrar al baño.—L-Lo siento mucho.—ugh, que vergüenza, que vergüenza. Solo a mi me pasan estas cosas.

— ¿Qué sucede, señorita? No la escuché y si se está disculpando me merezco una cara a cara.

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