ERICK
La pelirroja amiga de Alex y Jennie me ha acorralado abruptamente en el baño de hombres.
—Me gustas demasiado, Erick.
—Camille, yo... —intento evitar que me bese, sus labios atacan los míos pero no reaccionan a su calor.
No debo. No puedo. No quiero.
— ¿Qué pasa? ¿No te gusto ni un poquito?
— ¿No crees que es demasiado pronto para esto? —intento hacerla desistir.
—Esas cosas no me importan. —Me empieza a besar el cuello y aunque me pone caliente, no es a ella a quien quiero haciéndome esto. Mis pensamientos se pierden en Sam y de repente golpeo con la realidad. Camille intenta desabrochar mis pantalones pero la freno en el acto.
— ¡Ya te dije que no! —Sus ojos emanan fuego y mi cara siente el impacto de su palma derecha. Sale hecha furia del baño y yo la sigo. Menudo error.
— ¡Camille, espera!
— ¡No!, Marica de mierda. —Pero, ¿Qué? Se aleja ante la mirada de todo el mundo soltando lo que ha pasado en el baño.
¡Maldita sea!
Todos me observan y murmuran a medida que la pelirroja avanza gritando cosas falsas sobre mí que no me preocupo en desmentir. Sé que lo hace para llamar la atención y joderme por haberla rechazado.
¡Grandioso!
Como si fuese poco que ella ande contando que la rechacé en el baño y me acuse de homosexual, la evidencia de mis nulas relaciones con el sexo opuesto parece afirmar lo dicho. Después de eso, mi día se vino abajo.
Una mierda, sí, una mierda que solo ella podía disipar... o tal vez no.
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A la salida me marcho en completa soledad. Deseo estar a solas y por primera vez en mucho tiempo los dejo atrás. Después de lo que sucedió con esa chica, Camille, tuve una discusión con Alex y necesitaba despejar mi mente y disipar esos fantasmas dañinos que revoloteaban desde entonces en mi cabeza.
Lo que había sucedido en el baño me hizo sentir incompleto, o más bien vacío. Hay mucho ocurriendo dentro de mí y ya me empiezo a ahogar en un profundo lodazal. Quiero odiar a todo el mundo —incluyéndola—, pero con solo verla se reconstruyen pedazos de mí que nadie imagina que están rotos y dispersos en medio de la ciudad.
Pero ¿Para qué mentir? La quiero a ella; es mi jodido punto débil y mi fortaleza. Tengo una extraña, pero a la vez familiar necesidad de vivirla, de amarla sin que ello suponga un problema para quienes nos rodean. Sin trabas, sin objeciones de por medio, sin tener que esconder lo que siento cada que la veo, sin necesidad de contenerme y tener restringir mis acciones de típico chico enamorado.
Como si mi pensamiento enviase señales constantes de auxilio en su dirección, la puerta del estudio se abre y ella emerge recostándose al marco, con los ojos entornados y la sonrisa más cálida proveniente del Sahara.
¡Maldita sea!
Me gusta absolutamente todo de ella.
Entra en silencio y yo me levanto enseguida del sofá cediéndole un puesto para que se siente. Nos miramos fijamente. No saben que pasa cuando la miro. Ella se ha vuelto mi ctrl + alt + suprimir. Su sola presencia desbloquea todo lo malo que pueda estar sintiendo.
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Into you © ✔️ [En español]
Teen Fiction[Completa] Esta quizás les parezca una típica historia de amor. Pero no hay hombres lobos, ni vampiros, ni brujas, ni seres mágicos... Solo estamos ella y yo. Ella es la luz y la oscuridad. La paz y la guerra. Mi á...