8. Después de un beso vienen más besos

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SAMARA


No sabía que un beso te podía conducir al cielo mismo hasta que Erick me besó. Tampoco tenía ni la menor idea de que el dolor se pudiese hacer a un lado momentáneamente hasta que me perdí en el corto espacio entre sus labios y los míos.

Aquel beso le dio color a mis trazos que no superaban los negros y grises, me dio esperanza y apaciguó los temores que me acompañan desde hace un tiempo.

En la mañana, al despertar, deseé que fuese posible tatuarme el sabor de sus labios, porque estos quedaron impregnados para siempre en los míos. Nunca imaginé cuanto tiempo había necesitado ese beso hasta que por fin sucedió.

Fue una clara confirmación de nuestros sentimientos, porque joder, ese beso gritaba a voces lo mucho que nos gustábamos. Así que era bilateral. Hoy desperté sintiendo posible que mi amor fuese correspondido.

Suzanne acude de una vez a mi casa en cuanto la llamo. Era una emergencia dentro del código de mejores amigas, debía contarle sí o sí todos los detalles inocentes de aquel beso.

—Me besó. —Sisi forma una enorme O con su boca y lleva sus manos a ella reprimiendo un grito—. Lo besé. —Empieza a saltar como loca al pie de mi cama—. Nos besamos... —Una enorme sonrisa se empieza a formar en mi rostro—. Nos besamos, ¿Puedes creerlo? —Lanzo un grito bajo al aire.

—Oh, por Dios... Oh, Por Dios. —ella grita y yo cubro mi rostro con ambas manos.

¿Cómo se supera ese beso? Quizás con muchos otros más.

—Quiero saberlo todo. ¿Cómo fue? ¿Por qué te besó de repente si antes te había rechazado?

—Yo... —Procesar su pregunta me hizo detener de repente.

¿Por qué te besó de repente si antes te había rechazado?

Cierto. Pensándolo bien, el contexto del beso no era más que yo exteriorizando la tristeza que cargo las veinticuatro horas de los siete días de la semana y que mucha gente desconoce. ¿Habrá sido un beso por lástima? ¿Para sacarme de momento de esa burbuja negra en la que suelo vivir?

No puede ser.

No debería ser así.

Él dijo que lo había estado deseando.

Nunca lo perdonaría si me llegase a enterar que solo me ha besado porque yo estaba alterada y resolvió que esa era la solución a mi rabia por todo lo que estábamos hablando. No lo creía ese tipo de chico. Su beso me supo a sentimientos de por medio, fue íntimo y cargado de deseo a la deriva en un mar de ternura y luego de tormentas buscando encontrar su propia calma.

— ¿Tú qué? —Sisi irrumpe en medio de mis dudas.

—Yo... estaba con él hablando de cosas sin importancia, muy cerca el uno del otro y sin más motivos, se lanzó buscando mis labios —mentí en parte.

—No puedo creerlo, son unos lindos. Quiero ser la madrina de la boda. —Chilló.

—Solo fue un beso. —Ruedo los ojos.

—Por lo que me cuentas, técnicamente fue más de un beso. —Suelto una carcajada.

No me creo todavía el hecho de que me haya besado y luego yo le devolviese el beso de inmediato. No me culpo. El abrazo de sus labios sobre los míos se sintió jodidamente bien. Fue una explosión de latidos combinado con un ardor que salió desde su boca, impactando en la mía. Como si solo quizás hubiésemos vivido para ese corto momento. Demasiado bueno para ser real. Demasiado suyo, demasiado mío, demasiado nuestro.

Into you © ✔️ [En español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora