𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓

4. No a sus iguales

Chica valiente, fuiste hecha para cosas mucho más hermosas. El caos solo se comprende cuando es amado por los salvajes, no por los débiles.

-Desconocido.

–¿Por qué Adrian te está mirando, Eleanor?– Preguntó Tracey con sospecha durante la cena. Miré hacia un lado para ver a Adrian mirando en mi dirección. Cuando nuestras miradas se encontraron, sonrió levemente antes de apartar la mirada. Todavía estaba preocupada por su comportamiento, ya que no podía permitirme enamorarme de él, pero no pude evitar sonreír.

Hoy estaba de buen humor. Había podido evitar a Malfoy todos los días excepto la noche anterior, ya que también estábamos emparejados para Astronomía, pero como había sido una clase muy teórica, me había molestado mínimamente. Tuvimos deberes de prefecto en un par de horas y si se saltaba de nuevo, me aseguraría de que se arrepintiera. 

–¡Eleanor, estoy bastante segura de que eso es casi un sonrojo!– Daphne susurró en mi oído. La pateé debajo de la mesa y me aclaré la garganta. 

–No sé por qué está mirando, pregúntale tú misma– le dije.

–Oh, creo que sé por qué te está mirando, cariño– sonrió Tracy, moviendo las cejas. 

–Oh, por favor, nada ha cambiado desde el año pasado– me burlé, asegurándome de que nadie escuchara nuestra conversación.

–Has cambiado mucho, jovencita. La pubertad finalmente te golpeó– dijo Daphne, lo que hizo que Tracey se echara a reír, casi escupiendo su jugo de calabaza por todas partes. 

–Merlín, ustedes son unas niñas de verdad. Compórtense– siseé, empujando mi plato lejos de mí –Vayamos a la sala común, ¿De acuerdo?– Suspiré y me puse de pie, desviando la mirada.

–¿Que está pasando ahí?– Preguntó Tracey mientras caminábamos por el pasillo, de camino a las mazmorras. Miré hacia donde estaba mirando Tracey, y vi a una chica Slytherin y una Gryffindor. La Slytherin había sacado su varita. 

–Iré a arreglarlo– suspiré, acercándome a las dos.

–¡Apuesto a que no puedes producir un hechizo simple!– intervino la chica de Slytherin –Puedo hacer muchas cosas, porque tengo padres adecuados que me enseñaron. Pero no son...

–Melania, te sugiero que no termines esa frase– le dije lentamente. Conocía a esta chica. Melania Pritchard, sangre pura, pero muy desagradable. Podría estar muy relacionada con Malfoy. Una chica que usaba el nombre de Slytherin con odio y prejuicio.

La niña miró hacia arriba y abrió mucho los ojos cuando me vio.

–Eleanor Selwyn, ¿Qué estás haciendo aquí?– dijo, su voz casi un susurro.

–No es asunto tuyo lo que estoy haciendo. Sin embargo, como prefecta, lo que estás haciendo tú si es asunto mío. ¿Así que te importaría explicarme?– Melania recuperó la postura y se guardó la varita en el bolsillo. 

–Esta sangre sucia se atrevió a...

–Pritchard, ¿Cómo la llamaste?– Abrió la boca para dar una respuesta rápida, pero rápidamente la volvió a cerrar y miró al suelo.

–Ella estaba tratando de lucirse. Solo le estaba mostrando que estaba equivocada– Me tomó toda la fuerza de voluntad que tenía para no poner los ojos en blanco. Realmente podría estar relacionada con los Malfoy. Claro, había algo de superioridad en ser sangre pura, pero no estaba de acuerdo con términos como "sangre sucia". Nunca podría imaginarme salir con un muggle, principalmente porque realmente no conocía a ninguno, pero atacar a un niño por sus padres es algo bajo y no es lo que Slytherin representa.