33. Si ambas terminamos como viejas solteronas, casémonos

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¿Estás feliz? ¿Con toda honestidad? No. Pero tengo curiosidad, tengo curiosidad en mi tristeza y tengo curiosidad en mi alegría. Estoy siempre buscando, siempre sintiendo. Estoy asombrada por los hermosos momentos que la vida nos da, y estoy asombrada por los difíciles. 

-Bianca Sparacino.

No me estaba yendo muy bien y eso me asustó mucho. Estaba aterrorizada la verdad, porque yo había estado allí antes y no terminó bien. Intenté con todas mis fuerzas ignorarlo, pero siempre estuvo ahí, acechando en el fondo de mi mente.

La semana había pasado en un borrón. Había pasado la mayor parte de mi tiempo en la biblioteca, preparándome para los TIMOS. Cuando no estaba haciendo eso, pasaba mi tiempo con Daphne y Tracey, pero era difícil actuar como si nada estuviera mal.

Sabía exactamente lo que estaba mal y eso era lo que me asustaba.

Estaba celosa.

Durante las últimas semanas, sin realmente darme cuenta, había dejado atrás el odio que una vez sentí por Draco. Ya no lo veía como un competidor, o como un matón. Lo veía como alguien con quien disfrutaba pasar el tiempo, si me permitía acercarme lo suficiente.

Y no me di cuenta hasta que fue demasiado tarde. Y ni siquiera le importaba. Simplemente encontraría a alguien más. Simplemente estaba allí.

–Si no me felicita con este atuendo, lo hechizaré– dijo Daphne, dándose la vuelta frente al espejo. Ella había tomado prestado uno de mis vestidos a cuadros para su cita de Hogsmeade hoy y se veía maravilloso en ella.

–Más le vale, te ves hermosa, Daphne– le dije. Era bastante buena ocultando lo que sentía, pero estaba abrumada. No sabía qué era exactamente lo que me hacía estar tan... triste. No eran solo celos, eso no me entristecía.

Pero Daphne se veía completamente feliz y eso fue suficiente motivación para aguantar y sonreír. Había pasado meses deseando que ella simplemente lo olvidara, y ahora, de repente, era mi turno. Yo era la que necesitaba superar estos estúpidos sentimientos.

Sentimientos. Tenía sentimientos por Draco Malfoy.

Daphne giró por última vez. Serían tan buenos juntos, un Malfoy y un Greengrass. Y había sido tan tonta al dejar que me doliera.

–Vamos, movámonos– dijo Tracey y nos sacó a ambas de nuestro dormitorio.

Por lo general, no había tanta gente en la sala común, pero los días de Hogsmeade eran días especiales. La sala común estaba llena de estudiantes, emocionados de visitar el pequeño pueblo. Por lo general, yo también lo estaba, pero parecía que no podía concentrarme en eso este año. De repente parecía el último lugar en el que quería estar.

–¿Vamos a desayunar antes de irnos?– preguntó Tracey –Daphne irá a comprar algo en Hogsmeade, pero yo ya me estoy muriendo de hambre.

–Claro– murmuré. Sentí sus ojos arder sobre mí, así que forcé una sonrisa y traté de actuar tan emocionada como se suponía que debía estar.

–Te ves hermosa– dijo Malfoy.

Miré hacia arriba, pero no estaba dirigido a mí.

–Gracias, tú te ves muy guapo– Daphne sonrió brillantemente. Estaba tan feliz y eso era lo que importaba. Pero entonces, ¿Por qué me costaba respirar?

–Vamos– dijo Malfoy y extendió su brazo para que ella lo tomara, lo cual hizo. Y los observé con el mayor dolor en mi corazón que había sentido en mucho tiempo. Y supe lo que había pasado. Sabía por qué estaba experimentando este dolor, esta tristeza.

𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora