𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓

17. Sin alas para volar y atraparlos

Lo que tienes que entender sobre ella es que no solo quería a alguien. Quería a alguien como ella, cuyas raíces nunca se habían asentado realmente porque habían estado esperando para retorcerse con otro. 

-JmStorm.

Cerré los broches de mis pendientes y miré mi reflejo. 

–Sostén tu cabello– dijo mi mamá, abriendo el broche del collar que Adrian me había regalado. Se alegró mucho cuando le hablé del regalo. La familia de Adrian no era parte del Sagrado Veintiocho, pero a los ojos de mi madre, él era el mejor pretendiente para mí después de Draco Malfoy.

Envolvió el collar alrededor de mi cuello y lo cerró. Dejé que mi cabello volviera a caer y sonreí alegremente. Me gustaba mucho como iba  vestida. Me hizo sentir hermosa, poderosa, como si pudiera conquistar el mundo entero con un par de tacones.

–Vamos, no queremos llegar tarde. Tu padre está esperando abajo– Asentí con la cabeza y seguí a mi madre hacia abajo. Mi padre estaba mirando su reloj, vestido con un esmoquin negro y zapatos recién lustrados. 

–Te ves muy guapo, papá– sonreí. Miró hacia arriba y se olvidó de la hora. Hizo esto todos los años. Me miraba como si me viera por primera vez y luego despotricaba sobre cómo me había convertido en una dama tan hermosa y que estaba tan orgulloso de llamarme su hija.

–Eleanor, te ves absolutamente impresionante– suspiró, tomando mis manos entre las suyas –Estoy tan orgulloso de ti– dijo.

–Vamos a seguir adelante. Llegamos un poco tarde– dijo mi madre, llamando al elfo para que trajera el polvo flú.

DRACO.

Estas fiestas fueron increíblemente aburridas. Estrechar la mano de personas que no conocía, de espaldas en todo momento, mencionar mis calificaciones perfectas a cualquiera que fuera lo más mínimo importante. Fue horrible.

Y eso fue sin Pansy maldita Parkinson. Ella era la peor de todas. Solo tenía dos opciones. Podría quedarme con mis padres y verme obligado a hablar con un montón de personas más irrelevantes, o podría encontrar personas más agradables con las que pasar el rato. 

Elegiría la opción dos si no fuera por Parkinson. Si dejaba a mis padres, ella se aferraría a mí como un parásito y no podría ser demasiado malo con ella porque nuestros padres se conocen muy bien. No se me acercó cuando mi madre estaba cerca. A mi madre no le gustaba Pansy en absoluto y no tenía miedo de demostrarlo. De hecho, a mi madre nunca le gustó ninguna de las chicas con las que salía, porque nunca serían tan buenas como Eleanor Selwyn.

Así que me quedé donde estaba, bebiendo una copa de champán que ni siquiera me gustó. Esta iba a ser una noche larga. 

Y luego vi a una chica.

Y me di cuenta un poco tarde de quién era ella. Ya lo había pensado. El pensamiento ya había cruzado por mi mente y no podía retirarlo. 

Pensé que la chica se veía absolutamente impresionante. 

Y luego me di cuenta de que la chica a la que estaba mirando era Eleanor Selwyn. Pensé que Eleanor Selwyn se veía hermosa esta noche. 

Esto tenía que ser una broma de mal gusto.

Aparté la mirada y apreté la mandíbula, tratando de sacar los pensamientos de mi cabeza, pero se habían asentado allí. ¿Qué tipo de hechicería era esta? Eleanor no era hermosa. Ella era malditamente molesta y una sabelotodo. 

Volví a mirar en su dirección, arrepintiéndome de inmediato. El vestido que llevaba le quedaba perfectamente, atrayendo la atención suficiente sin gritarme. Su cabello estaba recogido, mostrando las elegantes joyas que llevaba. Y lucía esa sonrisa característica de tratar de parecer intelectual, pero con ganas de admirar el paisaje.