"Encontrarse a sí mismo" no es realmente como funciona. No eres un billete de diez dólares en el bolsillo del abrigo del invierno pasado. Tampoco estás perdido. Tu verdadero yo está justo ahí, enterrado bajo el condicionamiento cultural, las opiniones de otras personas y las conclusiones inexactas que sacaste cuando eras niño y que se convirtieron en tus creencias sobre quién eres. "Encontrarte a ti mismo" es en realidad volver a ti mismo. Un desaprendizaje, una excavación, un recuerdo de quién eras antes de que el mundo te pusiera las manos encima.
-Emily McDowell
No había dormido mucho, tal vez una hora o dos, pero no me sentía cansada cuando me desperté. El sol estaba saliendo, asomándose lentamente a través de las gruesas cortinas negras. Mi cabeza aún estaba en el pecho de Draco y él aún dormía plácidamente. Él había puesto un brazo alrededor de mi cintura en algún momento durante la noche. Tomé un par de respiraciones profundas, notando lo agradable que se sentía despertar con él, aunque solo había dormido un rato.
Él me hizo feliz, pero este lugar me hacía sentir profundamente infeliz.
Con cuidado me deslicé fuera de la cama, caminando hacia la ventana. La abrí para dejar entrar un poco de aire fresco y me subí al alféizar de la ventana para mirar el amanecer. Coloreó todo en un tono naranja, como diciendo que todo estaría bien hoy. Desearía que la puesta de sol fuera correcta.
Draco no se despertó hasta dentro de dos horas, pero lo dejé dormir. Principalmente porque solía tener problemas para dormir y tampoco sabía muy bien qué decirle. ¿Huir conmigo? por favor, ¿Esa era una opción?
Tampoco dijo nada cuando despertó, se puso de pie y se dirigió hacia donde yo estaba sentada. Presionó suavemente un beso contra mi sien y pasó su mano por mi cabello, cerré los ojos ante su toque. Siempre hacía que todo pareciera un poco mejor por alguna razón.
–¿Cómo te sientes?– preguntó finalmente. Pensé en eso por un tiempo. ¿Cómo me sentía? Abrumada pero tranquila, triste pero plácida, una paradoja interminable.
DRACO.
–Me siento como un velero en medio de una tormenta, perdida en el mar– susurró, sus ojos fijos en un punto en la distancia. Tomé su mano junto a la mía, pero ella no respondió. Ella simplemente se sentó allí, mirando a nada en particular.
Me asustó verla así, me dió escalofríos, me hizo cuestionar todo y cualquier cosa. Su fuego se había apagado, posiblemente para siempre. Todo lo que quedó fue un montón de cenizas.
Esperaba que no lo hubiera perdido por completo, pero estaba lejos de estar seguro de eso. Una parte de ella estaba rota y tenía miedo de que no pudiera repararse de nuevo, pero tal vez ella podría recuperarlo. Con mi ayuda, con la ayuda de Tracey, con la ayuda de Daphne y con su propio esfuerzo. Ella fue la mujer más fuerte que conocí en mi vida, podía hacerlo, resurgir de sus cenizas como un fénix.
Estuve estresado todo el día anterior porque ella no se acercaba, se escondía en su habitación, tenía miedo de que hiciera algo irracional o de que me excluyera. Pero luego, en medio de la noche, de repente estaba allí. Ella ahuyentó todas mis pesadillas y trajo la calma.
–Bueno, entonces déjame ser tu faro– susurré, envolviendo mis brazos alrededor de su cintura y poniendo mi barbilla sobre su cabeza. Le di un suave beso en la mejilla y ella cerró los ojos momentáneamente.
–Estoy aquí para ti, Ellie, siempre.
–Estoy bien– dijo ella, el tono de su voz era muy neutral –No te preocupes por mí– Estaba lejos de estar bien, pero no servía de nada intentar que hablara ahora. Estaba feliz de que ella todavía estuviera aquí conmigo
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𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓
ФанфикEleanor Selwyn y Draco Malfoy tenían tres cosas en común: Un alto estatus de sangre pura, talentos académicos y la misma casa, Slytherin. Aparte de eso, eran completamente opuestos y se odiaban. Eso fue bastante desafortunado, ya que los Selwyns y...