38. Y el mundo mira con asombro su eclipse

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Ella siempre volverá con el hombre que la atrapa, el hombre que la deja ser salvaje, el hombre que no actúa como si fuera demasiado. 

-S. Mcnutt.

–Pareces demasiado metido en ese libro de Pociones– sonreí mientras miraba por encima del hombro de Draco en la sala común. Miró hacia arriba y levantó una ceja.

–Bueno, tenemos TIMOs en una semana y planeo sacar mejores notas que tú, eso es seguro–  sonrió.

–Tú y yo sabemos que no tienes ninguna posibilidad, Draco– sonreí, sentándome a su lado. No había hablado con él en todo el fin de semana. Me había topado con un capítulo de Aritmancia que me llevó mucho tiempo descifrar, así que todo mi tiempo lo había pasado en la biblioteca y en las ocasiones en que teníamos que vernos durante las comidas y en clase, todavía trataba de tener en cuenta a Daphne. Sabía lo difícil que era olvidar a alguien y ella merecía un poco de ayuda.

–Tenemos patrulla en unos minutos. ¿Tienes tiempo?– Yo pregunté. Se nos permitía evitar la patrulla si interfería con los estudios para los TIMOs, pero últimamente se había convertido más en una actividad divertida que en una tarea.

–Tendré que hacer algo de tiempo para eso ya que apenas estás por aquí– dijo, pero no estaba molesto por eso. Sabía que todavía estaba averiguando qué era esto, así que tal vez algo de distancia era exactamente lo que necesitaba.

–Soy una mujer ocupada, Draco, tienes que ganarte mi tiempo– le dije con un guiño y me puse de pie. Puso el libro de Pociones en su bolso e hizo lo mismo.

–Voy a dejar esto en mi habitación rápidamente, me cambiaré de ropa y saldré pronto– dijo y caminó hacia los dormitorios de los chicos. Era tan increíblemente guapo. Siempre pensé que era guapo, aunque lo odiaba, pero desde que dejé de hacer esto último, no podía pensar en otra cosa.

–Deja de mirar, es espeluznante– dijo Daphne, sentándose en el lugar donde estaba Draco. Una sonrisa estaba en su rostro.

–Lo siento, no fue mi intención– dije, mirando hacia abajo. Estaba sonrojada, Merlín, ¿Qué me pasaba?

–Te lo dije, no te disculpes. Si te gusta, ve por él– se encogió de hombros. Me senté y suspiré.

–No sé, es todo tan raro. No estoy segura de lo que está pasando.

–Bueno, definitivamente puedo relacionarme contigo en eso– se rió Daphne. Le sonreí. Solo habían pasado unos días y, aunque sabía que le dolía por dentro, no lo demostraba –Me pregunto qué pensarán tus padres y los padres de él cuando se enteren– se rió. Mis ojos se abrieron un poco. Ni siquiera había pensado en mis padres, o en los de Draco, o... en la tía de Draco.

–Es muy pronto para preocuparnos por eso– suspiré. Draco volvió a entrar, así que me despedí de Daphne y salí con él.

Salimos de las mazmorras y llegamos a la planta baja, donde estaba el salón principal, que normalmente estaba lleno, pero estaba completamente vacío.

–Estás tan callado– mencioné ya que no había dicho una palabra desde que salimos de la sala común.

–Solo estoy pensando– murmuró, trazando la pared con su dedo índice.

–¿En qué?

–Estaba pensando que en realidad sé muy poco sobre ti. No hablamos mucho– dijo, haciéndome sonreír. ¿Quería conocerme mejor?

–Bueno, ¿Qué te gustaría saber?– Pregunté, tratando de ocultar una sonrisa.

–Hmm...– murmuró, su voz resonando a través de los pasillos vacíos –¿Cuál es tu color favorito?–  preguntó.

𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora