𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓

41. El pavo real es un símbolo de vanidad y egocentrismo

Los que más necesitan que los sostengan a menudo están demasiado ocupados tratando de sostener a otros con sus brazos rotos. 

-JmStorm

DRACO POV.

Mi madre estaba de pie en la entrada, con una mano en la cadera y una sonrisa furtiva en su rostro. ¿Cuánto de eso había escuchado?

–Solo voy a salir de esta escena– dijo Eleanor en voz baja y luego salió por la puerta. Por supuesto que ella haría eso.

–¿Algo que tengas que decirme, Draco Malfoy?– preguntó mi madre, cruzando los brazos, con una sonrisa todavía en su rostro. Esto iba a ser muy incómodo.

–Bueno, querías que me llevara bien con Eleanor, ¿No?– Dije, evitando el contacto visual.

–Lo hice– dijo, entrando en la habitación. Suspiré y volví a sentarme. Es mejor sacarlo del camino ahora –Simplemente no esperaba que sucediera tan pronto. En Navidad estaba segura de que ustedes dos nunca se llevarían bien.

–Sí, supongo que algunas cosas cambiaron– me encogí de hombros. Mucho, había cambiado mucho. Era extraño pensar en el almuerzo de Navidad, el día después de que la besé al azar. ¿Y si no hubiera hecho eso?

–No, está bien. En algún momento en el futuro previsible, ustedes dos se iban a casar de todos modos, así que me alegro de que hayan recuperado el sentido– mi madre se encogió de hombros.

–¿Casarnos? Tranquila madre, ni siquiera estamos juntos– le dije levantando las manos. ¿Casarme con Eleanor? ¿De qué estaba hablando ella? Yo tenía dieciséis.

–¿Qué quieres decir con que no están juntos? ¡Escuché que la besaste! No me mientas, joven– amenazó.

–Merlín, madre, ¿Puedes no escuchar a escondidas en la puerta?– Gruñí, enterrando mi cabeza en mis manos. Esto fue directamente vergonzoso.

–Que la bese no significa que sea mi novia. No funciona así.

–¿Perdóname?– dijo, cruzándose de brazos de nuevo. –¡Ningún hijo mío tratará así a una chica! ¡Si la quieres cerca, es mejor que te la ganes siendo un buen caballero! ¡Yo no te crié así! Te juro que te pareces más a tu padre cada día.

Apreté la mandíbula. Yo no era como mi padre. No era un cobarde. Él nunca me apreció. Yo aprecio a Ellie.

–Mamá, ella tampoco quiere eso todavía, solo estamos viendo a dónde va– suspiré.

–¡Por supuesto que dice eso! No entiendes nada sobre las mujeres, Draco– dijo. Bueno, ella tenía ese derecho –Por supuesto que ella quiere eso.

–Ella realmente no lo hace, madre– Estuvo a punto de lanzar otra réplica, pero al final solo suspiró. 

–Confío en ti, Draco, sabes que lo hago. Simplemente no la lastimes, ¿De acuerdo? Tú lo sabes mejor que nadie– ¿Lo haría? Había hecho mucho daño en el pasado. No tenía ganas de lastimarla ahora, pero ¿Por qué mi madre tuvo que ponerlo tan serio de inmediato, hablando de matrimonio y todo eso? Eleanor fue la primera chica con la que me tomé algo en serio. Tal vez estaría harta de mí dentro de un mes.

–Pero estoy feliz por ti, Draco, no me malinterpretes– dijo, poniendo una mano en mi hombro –Puedo ver que ella te hace feliz y eso es lo que importa– Me sonrió por última vez antes de salir de la habitación. ¿Eleanor me hacía feliz? Ella lo hacía, me sentía bien cuando ella estaba cerca. Podía sonreír cuando solo estaba ella conmigo.

Me llamó la atención uno de los libros que había sacado de la librería. "Patronus: La guía de los espíritus guardianes", decía el lomo. Eleanor me hacía feliz, pero ¿Lo suficientemente feliz como para poder producir un Patronus? Nunca había sido capaz de lograrlo, pero tal vez algún día podría.