𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓

22. Solo permítete derretirte

Me acerqué un poco y eso fue todo lo que necesité. Fui capturada. Porque a veces eso es lo que sucede cuando el corazón reconoce el hogar.

-JmStorm.

El tiempo parecía haber perdido su sentido mientras febrero y marzo pasaban como una brisa. Seguro que fue un año aburrido en Hogwarts. Aparte de Umbridge caminando como si fuera la dueña del lugar, las cosas eran bastante normales.

Adrian había intentado hablar conmigo varias veces, pero seguí ignorándolo hasta que se detuvo, no me importaba.

El resultado más sorprendente de toda la situación fue Draco Malfoy. Había dejado de ser malo conmigo por completo. Realmente no le hablé en absoluto, pero él no trató de sacarme una reacción, lo cual era nuevo.

Daphne y Tracey se habían acercado mucho más. Siempre habíamos sido amigas, pero Daphne siempre había sido un poco cautelosa debido al estado de sangre de Tracey, pero eso parecía estar fuera del camino ahora. Supuse que era porque no hablaba mucho. Era mejor así. Me llevó a estar completamente concentrada en la escuela, obteniendo calificaciones inmaculadas en cada clase.

Pero aparentemente otros no pensaron así.

–Selwyn, esto tiene que terminar ahora mismo.

Malfoy se detuvo frente a mí, con una mirada de frustración en su rostro. Acabábamos de comenzar nuestra patrulla del jueves y no compartimos una sola palabra.

–¿Qué es esta vez?– pregunté, cruzando los brazos a la defensiva.

–Este acto que has levantado. Tiene que parar– dijo con firmeza.

–Estás diciendo tonterías, Malfoy, no voy a aguantar...

–Sí, debes parar Selwyn. ¡Mírate a ti misma!– Agarró mis dos hombros, sacudiéndome suavemente –Al principio pensé que era solo tu forma de lidiar con la situación de Pucey, pero esto se está saliendo de control. Apenas te reconozco.

–¿No es eso algo bueno?– Suspiré, desinteresada –Nunca te gustó quién era de todos modos– Malfoy gruñó, pasándose la mano por el cabello.

–Incluso hablas en el mismo tono. Ni siquiera me di cuenta porque apenas abres la boca. Solía ​​ser un logro para ti callarte durante dos minutos– Parpadeé un par de veces, sin saber cuál era su objetivo.

–Vamos, ¿Dónde está la enojada Eleanor? ¿O la competitiva Eleanor, o la impulsiva Eleanor? ¿De verdad vas a estar deprimida por un tipo que te jodió? Eso es un poco patético, ¿No crees?– dijo.

–Esto no tiene nada que ver con Pucey– fruncí el ceño, mirando hacia abajo.

–Oh, por favor, ¿De verdad te crees eso tú misma?– se burló.

–Solo déjame en paz, Malfoy.

–¡No! No te voy a dejar, porque eso es lo que todos los demás están haciendo y mira cuánto está ayudando.

Lo miré por un momento, pero no pude hacerlo. No podía hablar con él sobre eso, ni con nadie. Tenía que quedarse adentro, así que me alejé.

–¡Sé por qué estás siendo así, Eleanor!– él gritó –Lo sé porque yo también lo hago.

Me detuve. ¿Qué quiso decir con eso? No tenía idea de cómo era. Escuché sus pasos acercarse de nuevo y pronto, me dio la vuelta suavemente.

–Lo estás haciendo porque crees que es más fácil de esta manera. Que si no dejas entrar a nadie, nadie puede lastimarte. Pero no es una buena manera de vivir, Eleanor. No lo es.