39. Las margaritas que brotan entre las grietas de las aceras

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No te distraigas con las opiniones de los demás: concéntrate en lo que te atrae e inspira. Las experiencias más emocionantes se generan en la mente, desencadenadas por información que desafía nuestro pensamiento. Si te emociona un tema que a nadie más le emociona, todo lo que debería importarte es que estés interesado. Los pensadores revolucionarios que crean ideas totalmente nuevas están motivados por sus intereses, no si los demás también están interesados ​​o no.

-Rod Judkins.

El resto del mes de mayo pasó en un borrón de libros, visitas a la biblioteca y un poco de Draco aquí y allá. Los TIMOs se acercaban rápidamente y aunque me había preparado bien durante todo el año, doce cursos eran mucho para preparar.

El próximo año, ingresaría a mis EXTASIS, lo que significa que la cantidad de clases se reduciría en gran medida y podría elegir qué clases tomar, pero primero estaban los TIMOs.

Me había dado una planificación estricta para hacerlo todo bien, pero un día de junio estaba casi libre de estudio y lectura, el cinco de junio.

El cinco de junio fue miércoles, lo que significa que teníamos la tarde libre ya que teníamos Astronomía a la medianoche. También era nuestro último día de clases para darnos algunos días libres para estudiar para los exámenes que comenzarían la próxima semana.

Draco y yo seguíamos siendo muy privados con lo que fuera que teníamos, pero cuando lo vi esa mañana, necesitaba hablar con él, aunque sea por un rato.

–Buenos días cumpleañero– sonreí, apartando su atención del libro que estaba leyendo –Déjame ser la primera en felicitarte por este maravilloso día.

–Buenos días– dijo, claramente no era el mayor admirador de su propio cumpleaños –Llegas tarde, Pansy Parkinson se te adelantó– sonrió, tomando mi mano y empujándome hacia el sofá con él.

–Ugh, esa estúpida– gruñí, levantando mis pies.

–Incluso me dio un pequeño regalo– se rió entre dientes, sacando un alfiler de corbata de su bolsillo. Era otra serpiente, custodiando la letra P, hecha de una piedra preciosa verde.

–Oh, no estás usando eso– le dije arrebatándolo de su mano –¿Quién se cree que es?

–¿Estás celosa, Ellie?– Draco sonrió, pinchando mi costado.

–No, no lo estoy, es un regalo horrible– protesté, cruzando los brazos. Draco se rió entre dientes y puso su mano en mi rodilla, acariciándola suavemente –Además, mi regalo para ti es mucho mejor.

–¿Me compraste un regalo?– preguntó, con las cejas levantadas.

–Lo hice, pero vas a tener que esperar hasta después del almuerzo porque si no nos damos prisa en desayunar ahora mismo, nos vamos a perder Transformaciones.

–Puedo pensar en algunas cosas que son más agradables que Transformaciones– sonrió. Puse los ojos en blanco y lo saqué del sofá.

–¿Dónde están tus acompañantes de todos modos?– preguntó, notando la ausencia de Tracey y Daphne.

–¿Acompañantes? Grosero– me reí entre dientes.

–¿Qué? Es cierto, son solo accesorios de la atracción principal– susurró, con una sonrisa de suficiencia en su rostro cuando se apartó de nuevo. 

DRACO POV.

Había temido que estar más cerca de Eleanor afectaría mi reputación de mala manera, haciéndome parecer suave, pero en realidad era todo lo contrario. Había algo en la combinación Malfoy Selwyn que hacía del contacto visual un arma muy poderosa. Nadie se atrevía a mirar y si hacía contacto visual con alguien, miraban hacia otro lado tan rápidamente, como si esa sola mirada pudiera matarlos. Y disfruté bastante de ese poder.

𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora