𝐅𝐢𝐫𝐞 & 𝐈𝐜𝐞 |𝐃𝐫𝐚𝐜𝐨 𝐌𝐚𝐥𝐟𝐨𝐲| ✓

5. Puedes interrumpir mi soledad en cualquier momento

Me dijeron que era peligroso, así que pregunté por qué. Dijeron: Porque no necesitas a nadie.

Fue entonces cuando sonreí.

-Hifza Shameem.

Habían pasado dos semanas enteras desde el incidente del pasillo y había sido agradable por decirlo menos. Estaba dominando el arte de ignorar a Malfoy y mi vida era mucho mejor sin él. Patrullaba sola o de vez en cuando con los Hufflepuff. Creo que me tienen un poco de miedo, pero eso es un entretenimiento adecuado.

Pociones es lo mismo que antes, empujando el caldero hacia adelante y hacia atrás, ambos haciendo partes de la receta. Funciona bastante bien. Lo mismo ocurre con astronomía. Nos turnamos para mirar por el telescopio sin decir nada. No le importa. Él tampoco me dice nada y es mejor así. 

Debería haber hecho esto hace quince años.

Una cosa que me gusta un poco menos, o bueno, mucho menos: Daphne ha estado saliendo mucho con él. Claro, ella está feliz y eso me hace feliz, pero la veo menos. Si ella está con Malfoy, lo evito, así que la evito a ella. Ella es mi mejor amiga y no me gusta hacia dónde se dirige esto, pero ¿Por qué en el nombre de Merlín tuvo que tener sentimientos por ese idiota? No había absolutamente nada atractivo en ese chico. ¿Y por qué de repente se interesó en ella? Él la conoce tanto tiempo como yo.

No iba a hacer las paces por el bien de Daphne, en absoluto. Había demasiado orgullo involucrado. Él había sido un idiota, no yo. 

–Espera un segundo– dijo Daphne y tiró de mi mano. Estábamos a punto de salir de la sala común para tener una sesión de estudio el sábado. 

–Oh, no lo creo– dije cuando vi a Malfoy entrar a la sala común con su bolso en sus manos –Me dijiste que solo seríamos nosotras dos.

–Y tú me dijiste que no tenías ningún plan– se burló Malfoy. 

–Oh, vamos, quería pasar el rato con ustedes dos. Todos somos Slyterhins de quinto año, ¿No podemos simplemente pasar el rato juntos?– Daphne se quejó.

–No, no podemos. Esto es un movimiento desagradable, Greengrass.

Agarré mi bolso y me dirigí a la biblioteca, sola. ¿Quién se creía que era, tratando de tenderme una trampa de esa manera? Si él iba a ser su nuevo novio, está bien, pero yo no estaría involucrada. 

Mordí el interior de mi mejilla para mantener la calma y traté de lucir lo más compuesta posible. Eran problemas personales y no le incumbían a nadie.

Me senté en un rincón de la biblioteca en una mesa completamente vacía. Fue un sábado tranquilo. Supuse que la mayoría de los estudiantes querían disfrutar de la última parte del clima cálido antes de que llegara octubre. 

Cogí mi libro de Runas Antiguas y comencé con el ensayo que debía entregar la semana que viene.

Podía sentir sus ojos en mí mientras se sentaba en la mesa al otro lado del camino. Podía sentir su mirada mientras dejaba su bolso, mientras tomaba asiento y tomaba sus libros. Me obligué a quedarme quieta, pero desearía no haberlo hecho. 

Pasaron diez minutos antes de que empujara agresivamente su silla hacia atrás y se dirigiera hacia mí.

–¿Por qué estás siendo tan difícil con esto? Es solo una sesión de estudio– dijo Daphne, claramente angustiada e infeliz con la tensión. No peleábamos a menudo porque éramos personas muy similares, pero cuando lo hacíamos, ella siempre intentaba disculparse en media hora. Funcionó bien para mí ya que mi obstinado trasero llevaría la discusión a la tumba si tuviera que disculparme primero.