Tuyo

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El viernes, ajeno a lo que pasó, Jimin limpió toda la casa, preparó la cena, y lavó toda la ropa, siguiendo después a cumplir con el trabajo de cuidar a los niños de la amiga de su madre, todo para poder salir con YoonGi ya que este le invitó al cine y bueno, no lo quiere rechazar, aunque sabe que está pidiendo mucho al salir casi todas las noches por lo que ha buscado, como todo adolecente, comprar su permiso haciendo el que hacer.

Los niños a quien cuida, empleo que le deja buenas ganancias y el cual le agrada realizar pues son muy divertidos y obedientes: se van con las tareas terminadas, dejándole media hora libre para arreglarse y cenar con la señora Park, quien aunque se ha mantenido al margen de la situación debe poner un poco de reglas más pues Jimin sale mucho, y incluso pasa la noche fuera, sin embargo no es como que no confíe en él, o le quiera encerrar, demasiado consiente en que ya no es un niño y no lo debe reprimir.

—Espero te estés cuidando, amor—le advierte terminando la taza de café que el mismo chico le preparó para que le permitiera salir.—Te compro condones cada mes, no se te olvide.

Es una excelente madre, y Jimin en serio la aprecia, sin embargo esos comentarios le provocan un rubor travieso en las mejillas.

—No te preocupes que lo tengo claro—aunque aún no se acuesta con YoonGi de esa forma sabe que al hacerlo se cuidará, por lo que, agradece que ella sea consiente de ello y le oriente a manejar su vida sexual de manera correcta.—Entonces, ¿puedo salir?.

Descarado.

La señora Park se ríe, increíblemente contenta de que se haya adaptado bien a la ciudad, que tenga amigos y sobre todo un novio que le lleve a conocer el lugar, además de cuidarlo cada que le permite salir. Aunque no negará que, no le agrada tenerlo tanto tiempo fuera, ya que es normal incluso como madre ser un poco reacia a sus ganas de salir casi cada día.

—Puedes..—le dice al fin, porque sabe que debe dejarlo vivir y que el chico es joven como para no permitirle disfrutar.—Pero te quiero aquí hoy mismo, Jimin. No puedes pasar la noche fuera.

Es un gran chico, y un excelente hijo. No puede negarle nada aún cuando quisiera, y Jimin lo sabe, por eso se empeña en comportarse y recibir lo que tanto da.

—Nos vemos luego, gracias mamá.








Después de volver del cine sin embargo no se pudo resistir a pedirle a YoonGi que lo llevase al apartamento y caer rendido bajo su cuerpo que le apresa con una fuerza violenta, invitándole a pecar, porque Dios, es suyo y debe disfrutar las maneras en que lo desea tomar.

YoonGi está devorando su erección y su culo, pasando los dedos por su apretado agujero, buscando lubricar esa entrada que espera ansiosa por él, haciéndolo sollozar muerto de deseo, arañando las sábanas de la cama en que se encuentra y dónde más tarde el mayor lo somete, mientras mueve los dedos dentro de él de manera rápida, bombeando su cavidad que pronto se dilata y está lista para él.

Lo ve tomar un condón, mientras se restriega contra sus gruesas nalgas, y joder, la sensación de sentirlo es tal que, las lágrimas de placer le resbalan por las mejillas, mientras gimotea que se de prisa..

—¿Quieres que te folle ya?— YoonGi le gruñe, cuando está tan cerca de hundirse en él por primera vez, mientras sus ágiles dedos torturan en caricias calientes sus pezones.

El más chico no puede creer como se han vuelto tan adictos a estos momentos y sus cuerpos se reconocen ansiando tal contacto, sin embargo asiente una y otra vez, buscando tenerlo ya, y que lo folle como tanto desea.

—Hazlo..—le suplica, consiente de que no es más que un estropajo de nervios y deseo por él.—Follame ya..

El mayor se hunde en él tras que se la ha puesto encima, y Jimin por fin siente libertad, casi ahogándose con la sensación de tenerlo dentro y como su cuerpo palpita de deseo mientras YoonGi se mueve en embestidas certeras que le provocan los más deliciosos escalofríos.

—Tuyo..—le concede, clavando las uñas en su espalda, con la boca abierta dejando salir suspiros quedos.—Soy solo tuyo..

YoonGi se derrite, totalmente embrutecido de follarselo por fin, de tocar su cuerpo en una manera preciosa y empujar fuerte dentro de su perfecto culo encontrando así un placer inigualable que hacen que Jimin solloce pues también disfruta la situación.

—Mio..—lo reclama, dejando besos ardientes en su cuello mientras aumenta el ritmo y le sostiene la cadera.—Solo mío..

Y no le importa nada más, porque así es como quiere estar.

***

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Inevitable.©  [Yoonmin.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora